Aumento del control disciplinario en la prisión de Córdoba

«La amnistía debe encontrar las cárceles españolas totalmente pacificadas» parece ser la consigna del Ministerio de Justicia y de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Con este pensamiento, noticias no confirmadas oficialmente anuncian que a partir de hoy, en el centro de cumplimiento penitenciario de Córdoba, la totalidad de los funcionariosde la plantilla que habitualmente realizan el servicio en tres turnos de veinticuatro horas con dos días de descanso, permanecerán durante una semana sin abandonar el servicio, a fin de realizar la presión necesaria para restablecer la disc...

«La amnistía debe encontrar las cárceles españolas totalmente pacificadas» parece ser la consigna del Ministerio de Justicia y de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Con este pensamiento, noticias no confirmadas oficialmente anuncian que a partir de hoy, en el centro de cumplimiento penitenciario de Córdoba, la totalidad de los funcionariosde la plantilla que habitualmente realizan el servicio en tres turnos de veinticuatro horas con dos días de descanso, permanecerán durante una semana sin abandonar el servicio, a fin de realizar la presión necesaria para restablecer la disciplina que los miembros de Copel han venido ignorando con plantes, huelgas de hambre y autolesiones.El pasado miércoles, veinte reclusos permanecieron en huelga de hambre. Otro más se ha cortado los dos antebrazos y el vientre y ha ingerido muelles y cuchillas de afeitar, por lo que ha sido trasladado al Hospital General.

A las tres de la tarde, el director de la prisión, que se ha reincorporado a su cargo tras cumplir unos días de permiso, que hubo de interrumpir con ocasión del motín de agosto, se ha reunido con los funcionarios para decidir la estrategia a seguir en la «operación disciplina».

EL PAIS ha podido conocer, por otra parte, que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha remitido un oficio dirigido a los funcionarios, recabando sugerencias para la reforma del título tercero del Reglamento de Prisiones, donde se normalizan sus funciones y obligaciones.