En agosto empeoró el panorama empresarial

Sólo en el sector exterior, en el que los efectos de la devaluación han sido notables e inequívocamente beneficiosos, se percibe un ligero optimismo empresarial, según refleja el índice Bancaya de expectativas empresariales, correspondiente al mes de agosto.En general, se percibe un incremento en la acumulación de stocks de productos terminados, al tiernpo que disminuye el consumo de bienes -duraderos y no duraderos-. Esta situación, sobre todo en lo que se refiere a las inversiones, tiende a empeorar en los meses que restan hasta finales de año. Por sectores, los que cuentan con...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Sólo en el sector exterior, en el que los efectos de la devaluación han sido notables e inequívocamente beneficiosos, se percibe un ligero optimismo empresarial, según refleja el índice Bancaya de expectativas empresariales, correspondiente al mes de agosto.En general, se percibe un incremento en la acumulación de stocks de productos terminados, al tiernpo que disminuye el consumo de bienes -duraderos y no duraderos-. Esta situación, sobre todo en lo que se refiere a las inversiones, tiende a empeorar en los meses que restan hasta finales de año. Por sectores, los que cuentan con previsiones más pesimistas son los de extracción de carbón, industrias de cuero e industrias metálicas básicas

Por otra parte, los efectos de las restricciones de política monetaria aplicados por el Gobierno han comenzado a dejarse sentir en las empresas, y es previsible prever un nivel muy bajo de la demanda de nuevos pedidos en los próximos meses.

Finalmente, las presiones derivadas del fuerte reajuste en el tipo de cambio de la peseta han impulsado a un incremento de las necesidades de financiación de las empresas, en un momento en el que las disponibilidades crediticias son muy limitadas. El índice de demanda de créditos ha sido, en agosto, el más alto desde que comenzó el presente año. En los meses que restan se prevé que, sobre todo en el grupo de bienes de consumo duradero, las demanda de crédito aumentarán sustancialmente.

Archivado En