Las medidas económicas del Gobierno, culpables de la situación de ENASA

«Si se pretende un plan de estabilización demasiado rápido, puede venir un colapso total de la actividad económica en quince, veinte o treinta días», afirmaba ayer al mediodía Antón de la Caba, presidente del comité ejecutivo de Adegui (Asociación Democrática Empresarial de Guipúzcoa), en el curso de una rueda de prensa convocada por esta asociación para dar cuenta del tema ENASA y sus repercusiones en la industria guipuzoana.Alrededor de cien empresas guipuzcoanas, con una plantilla total de 7.000 trabajadores, se han visto afectadas por la moratoria de pagos decidida por ENASA a primeros de...

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«Si se pretende un plan de estabilización demasiado rápido, puede venir un colapso total de la actividad económica en quince, veinte o treinta días», afirmaba ayer al mediodía Antón de la Caba, presidente del comité ejecutivo de Adegui (Asociación Democrática Empresarial de Guipúzcoa), en el curso de una rueda de prensa convocada por esta asociación para dar cuenta del tema ENASA y sus repercusiones en la industria guipuzoana.Alrededor de cien empresas guipuzcoanas, con una plantilla total de 7.000 trabajadores, se han visto afectadas por la moratoria de pagos decidida por ENASA a primeros de septiembre. El monto total de las deudas de esta empresa para con la industria guipuzcoana asciende a unos 650 millones, 375 de los cuales corresponderían a material ya facturado y el resto a material en curso de fabricación.

A juicio de Adegui, la gravedad del caso ENASA no es imputable a la propia empresa. «ENASA ha sido y es una empresa rentable», han afirmado. «Si ahora se ha visto en la necesidad de recurrir a una moratoria de pagos, ello debe imputarse, muy principalmente, a la Administración. Desde dos vertientes: por una parte, la política económica del actual Gobierno, el plan Fuentes Quintana, quien, al reducir demasiado fuertemente los coeficientes de inversión de los bancos, ha hecho que desapareciera la linea de los bienes de equipo, que era el medio por el que los concesionarios de ENASA financiaban sus compras. Esto ha supuesto para ENASA 1.200 millones de pesetas. Si a ello se añaden -y ésta es la segunda vertiente- los aproximadamente ochocientos millones que deben los ayuntamientos de Madrid y Barcelona a ENASA, no es de extrañar que esta empresa se haya encontrado con el cuello, de botella financiero que le ha llevado en septiembre a la cita y da moratoria de pagos.»

Si éste es el diagnóstico, es fácil prever por dónde apuntan los remedios: «El plan Quintana debe modificarse inmediatamente. De otra forma, el caso, ENASA puede no ser sino el primero de una larga serie que nos lleve al crack total en cuestión de pocos días.» Esta es, a juicio de los empresarios de Adegui, la medida fundamental.

También, por lo demás, debe hallarse una solución urgente al tema de los miles de millones que la Administración adeuda en este país a los particulares. Los ochocientos que deben a ENASA los ayuntamientos de Madrid y Barcelona son una parte nada más de, esa enorme carga que la Administración viene echando sobre los hombros de la iniciativa privada.

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