Cartas al director

Austeridad y más funcionarios

En esencia se van a crear 2.000 plazas en el cuerpo de Inspectores de Hacienda. Los objetivos que se pretenden cubrir con la reforma fiscal han sido evaluados por el ministro Ordóñez en 22.000 millones de pesetas.Llama la atención que la primera decisión del Gobierno para iniciar la «ruptura fiscal» consista en incrementar plantillas, en forma y número poco acordes con los vientos de austeridad que soplan (o deberían soplar; en el Gobierno, en la calle, más que soplar, asolan).

En efecto, la escuálida reforma fiscal es trasunto del «tono pobtico oficial» de este país. Mientras la evasió...

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En esencia se van a crear 2.000 plazas en el cuerpo de Inspectores de Hacienda. Los objetivos que se pretenden cubrir con la reforma fiscal han sido evaluados por el ministro Ordóñez en 22.000 millones de pesetas.Llama la atención que la primera decisión del Gobierno para iniciar la «ruptura fiscal» consista en incrementar plantillas, en forma y número poco acordes con los vientos de austeridad que soplan (o deberían soplar; en el Gobierno, en la calle, más que soplar, asolan).

En efecto, la escuálida reforma fiscal es trasunto del «tono pobtico oficial» de este país. Mientras la evasión de capital es sólo rebasable con la huelga de inversiones; cuando asistimos al espectáculo -grotesco si no fuera en realidad trágico- de la publicación de las listas de contribuyentes, el equipo económico, en delirio tecnocrático-cuerpista, crea 2.000 super-funcionarios, para una reforma fiscal que va a afectar sobre todo a las clases medias, que nutren, en buena medida, el colectivo de funcionarios...

En efecto, en el libro de Ciriaco de Vicente La lucha de los funcionarios públicos, en la página noventa aparece una lista con la relación de los incentivos de veinticinco cuerpos, unos «altos», otros más bien canijos, a juzgar por las disparidades. En efecto, aparte de que como por casualidad los once primeros son de Hacienda, las diferencias oscilan entre las 111.840 pesetas mensuales de los Inspectores Técnicos Fiscales, a las 20.000 del Nacional Veterinario. Por cierto, que a falta de criterios más justos y transparentes para la retribución de todos los TAP y de delirnitaciones profesionales (o bien el «Oposicionímetro» de Ciriaco), yo, como miembro de la carrera diplomática, que ocupa el número veinticuatro de la lista, con 20.500 pesetas, me siento reivindicativamente ligado al Nacional Veterinario, prescindo de los dos años de escuela diplomática que, además de la oposición, se le exigen al diplomático. Por otro lado, el cuerpo que va a luchar contra la corrupción fiscal (¿por qué desde ahora?) encabeza esa corrupción retributiva que son todos los incentivos.

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Pero como todo esto viene a cuento del fisco, nada mejor que hacer algunos números: de esos 22.000 millones, si calculamos que 2.000 inspectores fiscales no han de cobrar menos de 200.000 pesetas y calculamos que en gastos corrientes se pueden ir no menos de otro tanto, esos dineros van a ir, en buena medida, a retribuir y mantener a aquellos que controlan su recaudación.- No creo que Parkinson haya podido imaginar algo mejor. Mi propuesta es que esa recaudación no vaya al Tesoro, sino que la administren directamente los inspectores.

Secretario de embajada

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