El carnaval negro de Londres, acto de solidaridad entre los inmigrantes

Anoche terminó el carnaval del barrio londinense de Notting Hill Gate. Un cuarto de millón de personas, negros y blancos, se concentraron para asistir al mismo desfile de carrozas y disfraces caribeños que el año pasado terminó en una reyerta callejera que causó más de seiscientos heridos.A media tarde de ayer, el día principal de la fiesta, ya hubo más de cincuenta jóvenes detenidos por robo, atracos, puñaladas, agresiones, posesión de armas e insultos a las fuerzas del orden. Al menos cinco habían sido juzgados e ingresados en prisión. El número de delitos era de más de un centenar. Antes de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Anoche terminó el carnaval del barrio londinense de Notting Hill Gate. Un cuarto de millón de personas, negros y blancos, se concentraron para asistir al mismo desfile de carrozas y disfraces caribeños que el año pasado terminó en una reyerta callejera que causó más de seiscientos heridos.A media tarde de ayer, el día principal de la fiesta, ya hubo más de cincuenta jóvenes detenidos por robo, atracos, puñaladas, agresiones, posesión de armas e insultos a las fuerzas del orden. Al menos cinco habían sido juzgados e ingresados en prisión. El número de delitos era de más de un centenar. Antes del desfile, el ambiente quería ser favorable a la paz. Un grupo de unas cuatro mil personas se manifestaron por el recorrido del carnaval gritando No queremos guerra hoy.

Uno de los elementos que pudo crear tensión fueron los panfletos que grupos de extrema derecha lanzaron por las calles del barrio protestando contra el carnaval y sus participantes principales: los inmigrantes negros que proceden de las islas caribeñas que fueron británicas.

Para aliviar el clima, la policía ha intentado, en lo posible, permanecer al margen. El año pasado fueron las intervenciones policíacas contra los carteristas las que indignaron a los jóvenes negros, cuyo enfrentamiento con las fuerzas del orden provocó el lunes sangriento de 1976.

El carácter de símbolo que ha adquirido este carnaval ha impulsado este año a sus organizadores a tratar de impedir desmanes que hubieran apoyado las demandas de otras comunidades blancas inglesas, que quisieran ver esta fiesta prohibida porque la consideran causa de violencia.

Los robos y los otros delitos que se producen en esta fiesta anual, señalan los líderes negros, es un reflejo de un problema social más grave que se repite durante todo el año y que sale a la luz en el carnaval, porque durante esta fiesta tales delitos son más notorios. Notting Hill Gate es un área de Londres en la que el alto nivel de desempleo afecta, sobre todo a la población negra. La mayor parte de los jóvenes detenidos durante los tres días de carnaval son delincuentes habituales o jóvenes sin trabajo.

Archivado En