Punto muerto en el conflicto de La Coruña

No ha tenido solución, en el cuarto día de huelga, el conflicto hostelero de la provincia de La Coruña, y la repercusión en el servicio de hoteles, restaurantes y cafeterías, es cada vez mayor. Continúa la cancelación de reservas y resulta poco menos que imposible tornar una copa tanto en Santiago como en La Coruña.Las negociaciones con los empresarios pasan por un punto muerto, desde que estos rompieron las conversaciones el sábado por la tarde. Una parte de la patronal se muestra partidaria de llegar a un acuerdo cuanto antes, y ayer recogió firmas entre los dueños de la hostelería para pode...

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No ha tenido solución, en el cuarto día de huelga, el conflicto hostelero de la provincia de La Coruña, y la repercusión en el servicio de hoteles, restaurantes y cafeterías, es cada vez mayor. Continúa la cancelación de reservas y resulta poco menos que imposible tornar una copa tanto en Santiago como en La Coruña.Las negociaciones con los empresarios pasan por un punto muerto, desde que estos rompieron las conversaciones el sábado por la tarde. Una parte de la patronal se muestra partidaria de llegar a un acuerdo cuanto antes, y ayer recogió firmas entre los dueños de la hostelería para poder sentarse al diálogo representando claramente esta voluntad de entendimiento. Por el contrario, otros propietarios mantienen la idea de que no pueden afrontar aumentos de salarios y que hay que despedir gente en caso de que no cese la huelga.

Según parece algunos hosteleros quisieron incluso cerrar las puertas de sus establecimientos, ante la imposibilidad de prestar los servicios que tenían contratados para estos días; pero las autoridades no permitieron este lock-out. En consecuencia cada cliente tiene que ocuparse del cuidado de su propia habitación, en la mayoría de los casos, y ni siquiera encuentra donde comer a veces. El conflicto, lejos de resolverse, se extendió ayer a numerosos centros de trabajo e incluso a otras localidades de la provincia como Povoa do Caramiñal, Ribeira y Rianxo.

Aumenta la preocupación entre los huelguistas por el alto grado de intrusismo que se está registrando, ya que son varios los establecimientos que lograron abrir sus puertas con el trabajo de personas ajenas a la hostelería (estudiantes latino americanos y personal conseguido en las aldeas próximas a las ciudades, principalmente). Una comisión de trabajadores se puso en contacto con el inspector de Trabajo de Santiago, que se encuentra de vacaciones y que no se ocupó por ahora de las denuncias. Del asunto se informó también a Francisco Vázquez, diputado socialista por La Coruña e inspector de Trabajo, que prometió intermediar en el conflicto. Algunos empresarios amenazaron a sus propios trabajadores con el despido y a los piquetes que se presentaron por sus comercios, sin que hasta ahora haya pasado de enfrentamientos verbales. Ayer por la tarde una comisión de trabajadores visitó también al gobernador civil de la provincia.

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