Cartas al director

La plaza de Olavide

La demolición del mercado de la plaza de Olavide originó a las amas de casa la mayor tristeza que se pueda imaginar y las molestias que origina tener que desplazarse de un sitio para otro en busca de comestibles.Ahora han querido darle un cariz de grandeza con un llamado «parque», donde no se ven sino cuatro arbustos semisecos y otros tantos árboles ya amarillos.

El aparcamiento lo exp lota una tercera o cuarta empresa ajena a la construcción, y a los vecinos no nos ha beneficiado en un nada, ya que por tratarse de un barrio modesto, la mayorísima parte no podemos pagar 3.500 pesetas, p...

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La demolición del mercado de la plaza de Olavide originó a las amas de casa la mayor tristeza que se pueda imaginar y las molestias que origina tener que desplazarse de un sitio para otro en busca de comestibles.Ahora han querido darle un cariz de grandeza con un llamado «parque», donde no se ven sino cuatro arbustos semisecos y otros tantos árboles ya amarillos.

El aparcamiento lo exp lota una tercera o cuarta empresa ajena a la construcción, y a los vecinos no nos ha beneficiado en un nada, ya que por tratarse de un barrio modesto, la mayorísima parte no podemos pagar 3.500 pesetas, precio de un abono mensual. Pero como el negocio es el negocio, ya se ven y seguirán ampliando las señales de «prohibido aparcar» por sus alrededores.

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