Cartas al director

ARDE y la Monarquía

«En un trabajo editorial publicado en el diario EL PAIS se dice, con una evidente falta de objetividad, que los republicanos de ARDE aceptan paradójicamente la Monarquía, con lo que, sin decirlo, se hace resaltar la incongruencia de la supuesta posición de dicho partido.Nada más lejos de la realidad, sin embargo, pues ni el partido republicano ARDE ha hecho profesión de fe monárquica, ni los republicanos españoles han visto con complacencia la restauración monárquica, esperando que el pueblo español, en el que radica toda fuente de legalidad política, diga la última palabra sobre esta c...

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«En un trabajo editorial publicado en el diario EL PAIS se dice, con una evidente falta de objetividad, que los republicanos de ARDE aceptan paradójicamente la Monarquía, con lo que, sin decirlo, se hace resaltar la incongruencia de la supuesta posición de dicho partido.Nada más lejos de la realidad, sin embargo, pues ni el partido republicano ARDE ha hecho profesión de fe monárquica, ni los republicanos españoles han visto con complacencia la restauración monárquica, esperando que el pueblo español, en el que radica toda fuente de legalidad política, diga la última palabra sobre esta cuestión, cuando le den ocasión.

Mientras esta consulta popular llega, el propósito de los republicanos de ARDE no es otro que expandir legal y pacíficamente las esencias del ideal republicano, a fin de que llegue a conocimiento de todos los españoles, para que llegado el momento de tener que manifestarse sobre asunto tan importante como la forma de Gobierno, lo hagan con toda la información necesaria.

Naturalmente, que si hecha la consulta popular sobre tales extremos, dentro del clima de libertad que todos deseamos, el resultado de ella fuese adverso a la República, los republicanos de ARDE, consecuentes con sus sentimientos liberales y democráticos, aceptarán con civismo la decisión del pueblo español, esperando, en justa reciprocidad, que si el resultado de la consulta les fuera favorable sus oponentes habrían de plegarse también a la voluntad de la mayoría de los españoles.»

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