Cartas al director

Contra el «encierro»

El 8 de julio de 1977, segundo día de las fiestas de San Fermín, un muchacho de diecisiete años ha muerto aplastado- en el encierro y treinta personas han resultado heridas.Con'todos los respetos de nuestras «viriles tradiciones» y a la opinión del señor Hemingway (don Ernesto), pienso que esa orgía de sangre, vino, confusión, gritos, comilonas e indigestiones, es una de las más grandes salvajadas en las que tan pródiga ha sido y es nuestra España. Sin embargo, año tras año, la barbarie se repite y la mayoría de los medios de información dan rienda suelta a su repertorio de tópicos dedicando e...

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El 8 de julio de 1977, segundo día de las fiestas de San Fermín, un muchacho de diecisiete años ha muerto aplastado- en el encierro y treinta personas han resultado heridas.Con'todos los respetos de nuestras «viriles tradiciones» y a la opinión del señor Hemingway (don Ernesto), pienso que esa orgía de sangre, vino, confusión, gritos, comilonas e indigestiones, es una de las más grandes salvajadas en las que tan pródiga ha sido y es nuestra España. Sin embargo, año tras año, la barbarie se repite y la mayoría de los medios de información dan rienda suelta a su repertorio de tópicos dedicando encendidas alabanzas al valor y alegría de los mozos.

Recuerdo que hace muchos anos, un español residente en Alemania se tiró de cabeza, en pleno invierno, a una piscina helada para demostrar a los alemanes que los españoles eran más machos que nadie. Este acto de necedad individual fue ampliamente divulgado por la prensa y por la radio (entonces aún no teníamos televisión), presentándonoslo como un caso de patriotismo digno de la más entusiasta admiración. Grotesco.

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