A la medida de Suárez

«El presidente Adolfo Suárez ha seguido la vieja técnica franquista al formar un Gobierno que se basa más en coincidencias amistosas y conveniencias personales que en el resultado de las elecciones.Su posición, absolutamente dominante dentro de la coalición ganadora, Centro Democrático, le ha permitido mantener en el Gobierno a seis miembros del anterior Gabinete y nombrar ministros a sólo ocho diputados electos. Los otros once no han pasado por las urnas.

Pero además, ninguno de los ministros diputados ocupa una posición relevante en el Gabinete, sino que Suárez se ha rodeado de hombre...

«El presidente Adolfo Suárez ha seguido la vieja técnica franquista al formar un Gobierno que se basa más en coincidencias amistosas y conveniencias personales que en el resultado de las elecciones.Su posición, absolutamente dominante dentro de la coalición ganadora, Centro Democrático, le ha permitido mantener en el Gobierno a seis miembros del anterior Gabinete y nombrar ministros a sólo ocho diputados electos. Los otros once no han pasado por las urnas.

Pero además, ninguno de los ministros diputados ocupa una posición relevante en el Gabinete, sino que Suárez se ha rodeado de hombres de su absoluta confianza en los puestos clave, hasta el punto de que ha creado para Fernando Abril, más que nada su íntimo amigo, una vicepresidencia para Asuntos Políticos sin funciones aparentes que cumplir.

Dentro del único campo que Suárez parece haber delegado totalmente, el de la economía, aparece la tendencia centro-izquierda («Según cómo se mire, todo es relativo», afirmó ayer el propio José Manuel Otero), con Fuentes Quintana, Fernández Ordóñez y García Díez, aunque Marcelino Oreja, Landelino Lavilla, Alberto Oliart, José Lladó y Joaquín Garrigues aseguran una fuerte conexión con las multinacionales y la gran banca española.

Observadores españoles y extranjeros coinciden en que Suárez ha jugado todas sus bazas."

5 julio