José Sainz, subdirector general de Seguridad

Tres son los nombramientos que el Consejo de Ministros efectuó ayer, entre los que cabe destacar el de José Sainz González como subdirector general de Seguridad; Luis Moro ha sido designado director del Instituto de Relaciones Agrarias, y Rafael Gómez Aparisi, ex delegado del Gobierno en las sociedades concesionarias de autopistas de peaje, vocal del Jurado Central Tributario.

Junto a las medidas de reestructuración de las fuerzas de orden público y concretamente del Cuerpo General de Policía, destaca el nombramiento de José Sainz González, como subdirector general de Seguridad.El señor...

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Tres son los nombramientos que el Consejo de Ministros efectuó ayer, entre los que cabe destacar el de José Sainz González como subdirector general de Seguridad; Luis Moro ha sido designado director del Instituto de Relaciones Agrarias, y Rafael Gómez Aparisi, ex delegado del Gobierno en las sociedades concesionarias de autopistas de peaje, vocal del Jurado Central Tributario.

Junto a las medidas de reestructuración de las fuerzas de orden público y concretamente del Cuerpo General de Policía, destaca el nombramiento de José Sainz González, como subdirector general de Seguridad.El señor Sainz nacido en Reinosa (Santander), en 1943, fue jefe superior de Policía en Bilbao durante varios años, y hasta 1974. cuando fue nombrado comisario general de Investigación, cargo que ocupaba en el momento de ocurrir la trágica explosión de la cafetería Rolando en la calle del Correo, de Madrid, suceso en el que tuvo una actuación muy discutida.

Hombre de gran prestigio en el Cuerpo de Policía, gozaba de gran predicamento entre los elementos jóvenes. Cuando abandonó la Jefatura de Policía en Bilbao, sorprendió con unas declaraciones en las que afirmaba que el problema del País Vasco en general, y el de la ETA en particular, no era sólo un problema policial.

Su falta de entendimiento con las autoridades del Ministerio -regido en aquel momento por José García Hernández, hombre de confianza de Carlos Arias- parece que tuvo especial relieve en la oposición del señor Sainz a la actuación de elementos paralelos e «incontrolados», y al tratamiento -especialmente duro en aquel momento- a los problemas vascos. Finalmente, el señor Sainz abandonó su destino y pasó a la actividad privada, como jefe de seguridad de una importante entidad bancaria.

Fuentes solventes han informado que su nombramiento, ahora, como subdirector general de Seguridad, se debe a una decisión personal y compartida del presidente Suárez y el ministro de la Gobernación, Rodolfo Martín Villa. Esas mismas fuentes le atribuyen una importante misión, como elemento identificado con los miembros del Cuerpo y, al propio tiempo, encargado de dirigir buena parte de las reformas que se lleven a cabo.

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