Menos de diez presos vascos quedarán en prisión
En medios políticos vascos, que han mantenido contactos recientes con la Administración central, se asegura que el Gobierno Suárez está dispuesto a excarcelar, por vía de indultos particulares y dentro del marco establecido por los decretos-leyes sobre medidas de gracia, a todos los presos políticos vascos que no hayan intervenido de forma directa en delitos de sangre.Según este planteamiento, solamente entre seis y diez presos vascos permanecerían en la cárcel una vez que termine esta segunda fase de aplicación de las medidas de gracia. Por citar tan sólo un ejemplo, parece que es propósito d...
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En medios políticos vascos, que han mantenido contactos recientes con la Administración central, se asegura que el Gobierno Suárez está dispuesto a excarcelar, por vía de indultos particulares y dentro del marco establecido por los decretos-leyes sobre medidas de gracia, a todos los presos políticos vascos que no hayan intervenido de forma directa en delitos de sangre.Según este planteamiento, solamente entre seis y diez presos vascos permanecerían en la cárcel una vez que termine esta segunda fase de aplicación de las medidas de gracia. Por citar tan sólo un ejemplo, parece que es propósito del Gobierno excarcelar a cinco de los seis condenados a muerte en el consejo de guerra de Burgos. Permanecerá únicamente en prisión Xabier Izko de la Iglesia, condenado como autor material de la muerte del inspector Melitón Manzanas.
Prácticamente la totalidad de las fuerzas políticas vascas -con la única excepción del Partido Socialista del Pueblo Vasco (EHAS) se conformarían inicialmente con este planteamiento para Participar en el inmediato proceso electoral. EHAS y la rama militar de ETA siguen manteniendo, sin embargo, la exigencia de la amnistía total como bandera irrenunciable. Hay que contar, además, en el caso de ETA, con la amenaza de volver a la lucha armada si la excarcelación no se logra para un mes antes de las elecciones. Esta posible reanudación de la acción violenta inspira serios temores entre las fuerzas políticas vascas más moderadas.