El Gobierno polaco se plantea la producción de bienes de consumo

La conmoción social que ha representado para Polonia las manifestaciones de junio pasado contra la carestía de la vida, y las actividades del comité para la defensa de los obreros víctimas de la represión, ha dado paso a un planteamiento más sereno de la situación. En este sentido se observa un mayor interés oficial por la industria de bienes de consumo y un estímulo más decidido a los sindicatos para que se conviertan en instrumentos de defensa del trabajador y no mantengan su carácter netamente burocrático.Según ha dispuesto el Gobierno de Varsovia, una tercera parte de las inversiones deben...

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La conmoción social que ha representado para Polonia las manifestaciones de junio pasado contra la carestía de la vida, y las actividades del comité para la defensa de los obreros víctimas de la represión, ha dado paso a un planteamiento más sereno de la situación. En este sentido se observa un mayor interés oficial por la industria de bienes de consumo y un estímulo más decidido a los sindicatos para que se conviertan en instrumentos de defensa del trabajador y no mantengan su carácter netamente burocrático.Según ha dispuesto el Gobierno de Varsovia, una tercera parte de las inversiones deben destinarse a la producción de bienes de consumo. Esto, unido a una congelación de precios, vigente desde hace años, traerá consigo un aumento de la capacidad adquisitiva del ciudadano, posibilidad que, desde 1971, ha crecido a razón de un 7% anual. Según parece, las perspectivas para lograr este objetivo son muy positivas, contando sobre todo con que es ahora cuando empezarán a cosecharse los primeros frutos de la modernización intensiva de las plantas de producción. Durante los seis años del mandato del jefe del PC Polaco Gierek, se han invertido un total de 17.500 millones de dólares -más de un billón de pesetas- en la actualización de maquinaria, lo que representa que la mitad de las fábricas polacas cuentan con equipos modernos que ahora empiezan a amortizar.

En cuanto al nuevo papel de los sindicatos, el semanario Politika ha recordado que el jefe del PC, Gierek, dijo en el VIII Congreso de los Sindicatos de su país que Polonia esperaba de las organizaciones laborales «una representación más activa y eficiente de los intereses de los trabajadores». En este sentido, el citado semanario, editado en Varsovia, comenta sorprendido el que tan sólo el 3% de los despidos de trabajadores encuentre una reacción sindical, a pesar de que, en 1975, más del 50% de los procesos laborales terminasen en sentencia favorable al despedido.

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