La desprivatización del Metro

Pequeños accionistas dieron al traste con la junta general del Metro

La airada reacción de numerosos pequeños accionistas del Metro de Madrid provocó la suspensión de la junta general extraordinaria de la sociedad, celebrada ayer con. objeto de tomar una decisión ante la situación deficitaria de la compañía.El tema básico que se debatía en la junta era someter a votación de los accionistas un acuerdo que supone dar facultades al consejo de administración para solicitar del Gobierno la aplicación al Metro de la ley de 21-4-49 sobre fomento, mejora y ampliación de ferrocarriles. Según esta ley, el Estado puede rescatar la concesión de líneas ferrovi...

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La airada reacción de numerosos pequeños accionistas del Metro de Madrid provocó la suspensión de la junta general extraordinaria de la sociedad, celebrada ayer con. objeto de tomar una decisión ante la situación deficitaria de la compañía.El tema básico que se debatía en la junta era someter a votación de los accionistas un acuerdo que supone dar facultades al consejo de administración para solicitar del Gobierno la aplicación al Metro de la ley de 21-4-49 sobre fomento, mejora y ampliación de ferrocarriles. Según esta ley, el Estado puede rescatar la concesión de líneas ferroviarias de sus concesionarios en situaciones de grave déficit de la empresa. La propuesta del consejo de administración incluía previamente como puntos de negociación con el Gobierno la subida de tarifas que haga posible la continuación de la explotación del Metro o en su sustitución, la concesión de subvenciones que cubran la diferencia entre las tarifas políticas y las reales para cubrir costes. Aunque se incluían estas dos cuestiones previas, quedó claro a lo largo de las exposiciones de los directivos de la compañía que ambas estaban descartadas de antemano y que era la tercera cuestión, la del rescate de la concesión por parte del Estado, por solicitud de los accionistas de Metro, la que se pretendía aprobar.

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El presidente y vicepresidente de la compañía expusieron la situación de la sociedad, las causas que en su opinión han conducido a la misma, y las soluciones en marcha. El resumen de su intervención lo destacamos al margen.

A partir de esta exposición y durante más de dos horas, una veintena de accionistas, en general personas de avanzada edad con pequeñas participaciones en la compañía, plantearon criterios, las más de las veces similares, sobre lo que debe hacerse. Un resumen de estas intervenciones, en que se destaque los temas que contaron con mayor audiencia entre los asistentes puede ser el siguiente:

Rechazo absoluto de cualquier fórmula desprivatizadora.

Censura a la gestión del consejo de administración.

Decepción por que en la junta no se señala cuál puede ser el precio por acción, en caso de aplicación de la ley de abril del 49, tal y como pretende el Ministerio de Obras Públicas.

Que se cree una comisión de pequeños accionistas para estar al lado del consejo, en las negociaciones, y para reclamar ante el Gobierno, el Rey, etcétera, los derechos de los ahorradores que han invertido en el Metro.

Establecimiento de recursos en los tribunales contra la Administración por congelación de tarifas.

Aplazar la votación propuesta por el consejo hasta que los accionistas obtuvieran una información clara y pormenorizada de las alternativas.

En alguna intervención, que puede calificarse de vibrante se llegó a decir «Accionistas, levantaos como un solo hombre en defensa de nuestros derechos y de la compañía. Si es preciso iremos al mismo Rey a pedir justicia.» El mismo accionista dijo «Vivo de milagro y no temo a la muerte. No cejaremos sin batalla. Cuando todo sube, los periódicos, la leche, el café.... ¿por qué no suben las tarifas del Metro? »

Votación frustrada

Finalizado el turno de preguntas, hacia las 2.30 de la tarde, el consejo señaló que se procedía a la votación de su propuesta sin ninguna modificación, para lo que se habían instalado unas urnas en el exterior del salón. Un gran tumulto y gritos insistentes de «¡No votéis!» respondieron a la propuesta del consejo. Durante varios minutos grupos de accionistas interpelaron al consejo en la misma mesa, y se llegó incluso en algún momento a escuchar al presidente decir que si no se restablecía el orden avisaría a la fuerza pública, presente a las puertas del lugar donde se celebró el acto.Finalmente, el consejo decidió suspender la junta y por tanto la votación. En ese momento, no más de veinte votos se habían introducido en las urnas instaladas en el exterior. Según fuentes informales, el consejo tenía delegados por accionistas ausentes votos suficientes para sacar adelante la propuesta.

De los 24.000 accionistas del Metro, asistieron al acto unos 2.300. Estaban presentes 644.116 acciones y representadas 1.532.170, en total algo más de la mitad de las emitidas por la sociedad.

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