Alternativas energéticas no contaminantes

Ayer se presentó en Madrid, en el aula magna de la facultad de Derecho, el número extraordinario y monográfico de la revista Ajoblanco dedicado en esta ocasión a las, Energías libres, elaborados por el equipo TARA (Tecnologías Alternativas Radicales al Servicio de la Autogestión). «En el extra exponemos claramente el porqué de todo el tinglado energético -señala el equipo en su programa-, a la vez que damos una alternativa a la problemática actual de falta y encarecimiento de energía. La energía nuclear es la propuesta oficial a la carestía de materiales fósiles, léase petróleo;...

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Ayer se presentó en Madrid, en el aula magna de la facultad de Derecho, el número extraordinario y monográfico de la revista Ajoblanco dedicado en esta ocasión a las, Energías libres, elaborados por el equipo TARA (Tecnologías Alternativas Radicales al Servicio de la Autogestión). «En el extra exponemos claramente el porqué de todo el tinglado energético -señala el equipo en su programa-, a la vez que damos una alternativa a la problemática actual de falta y encarecimiento de energía. La energía nuclear es la propuesta oficial a la carestía de materiales fósiles, léase petróleo; nosotros proponemos otras energías, la solar, eólica, y metano. Sabemos que estas por sí solas no significan nada para la mejora de esta sociedad que a la larga adoptará otras medidas o quizá éstas. Tomando estas energías y poniéndolas en práctica, se remendará el sistema, pero no solucionará nada. Hay que crear un cambio de esta sociedad porque estas alternativas de por sí no significan nada.»

«A partir del 15 de septiembre se publicará un número monográfico mensual al margen del número ordinario -declararon a EL PAIS Antonio Puig y Pepe Ribas, del consejo de Ajoblanco-. En ellos se incluirán periódicamente trabajos de diversos equipos, que ya funcionan, sobre Energías libres, Educación, Sexualidad, Antisiquiatría y Cultura popular.»

Uno de los comentarios críticos más extendidos sobre el giro de Ajoblanco, tras la suspensión gubernativa de cuatro meses -de julio a octubre de 1976-, fue el de, trasladar su línea desde una concepción eminentemente contra-cultural hacia unos derroteros más anarquistas, en su acepción más tradicional del concepto. «Antes decíamos las cosas inspirados más, en la contracultura norteamericana, efectivamente, y ahora las decimos con una inspiración más en la línea libertaria de este país. Lo cierto es que el franquismo impidió el trabajo de colectivos. La gente tenía trips muy peculiares. Ahora, en cambio, la gente está actuando más a un nivel social que individual.»

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