Declive progresivo
Tanda sin novedades especiales, ya que ha continuado el lento y progresivo deterioro de los cambios, si bien en la sesión del viernes se acentuó el nerviosismo y se produjeron algunas caídas fuertes.A mitad de la semana había aumentado la presencia del papel, siempre en volúmenes pequeños, y ante la total ausencia de órdenes compradoras, abundaron los descensos.
Todos los sectores se han visto afectados por esta tónica bajista, pero en particular el bancario y el de construcción, donde Dragados marca la pauta negativa.
Los Bancos que en las dos primeras sesiones se habían manteni...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Tanda sin novedades especiales, ya que ha continuado el lento y progresivo deterioro de los cambios, si bien en la sesión del viernes se acentuó el nerviosismo y se produjeron algunas caídas fuertes.A mitad de la semana había aumentado la presencia del papel, siempre en volúmenes pequeños, y ante la total ausencia de órdenes compradoras, abundaron los descensos.
Todos los sectores se han visto afectados por esta tónica bajista, pero en particular el bancario y el de construcción, donde Dragados marca la pauta negativa.
Los Bancos que en las dos primeras sesiones se habían mantenido sin agobios, luego empezaron a debilitarse con descensos más llamativos y en algunos casos (v. gr.: Santander), sin poder casar operación por exceso de papel.
En conjunto el índice general madrileño pierde más de un 3 % y las tres Bolsas españolas rebajan la cota noventa, que es tanto como decir que en mes y medio han perdido más de un 10 %.
Toda esta atmósfera no ha sido peor, gracias al más o menos discreto apoyo institucional, que, en algunos grupos, por ejemplo Eléctricas y Monopolios, ha sido patente:
Como puede apreciarse las declaraciones de que la Bolsa está baja, como las que hiciera Aguirre Gonzalo en San Sebastián, no son seguidas por los inversores, quienes acentúan su inhibición.
El cierre semanal era pesimista, pero la liberación de las altas personalidades políticas secuestradas, podría ser un pretexto para que se originara una pequeña reacción o, al menos, frenara la caída.