Paros de 20.000 trabajadores vizcaínos en solidaridad con Tarabusi

Unos 20.000 trabajadores vizcaínos efectuaron ayer asambleas y paros de diversa duración -desde dos horas, hasta toda la jornada laboral- en solidaridad con los novecientos trabajadores de Tarabusi, SA, que la próxima semana entrarán en el cuarto mes de conflicto.

La convocatoria de huelga general no tuvo mayor eco por el escaso apoyo prestado por las centrales sindicales más preocupadas hoy por otros temas y un tanto quemadas por las huelgas del otoño. Pese a todo se registraron paros en Westinghause, Ceplástica. Firestone, Formica, General Eléctrica Española, Echevarría. Edes...

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Unos 20.000 trabajadores vizcaínos efectuaron ayer asambleas y paros de diversa duración -desde dos horas, hasta toda la jornada laboral- en solidaridad con los novecientos trabajadores de Tarabusi, SA, que la próxima semana entrarán en el cuarto mes de conflicto.

La convocatoria de huelga general no tuvo mayor eco por el escaso apoyo prestado por las centrales sindicales más preocupadas hoy por otros temas y un tanto quemadas por las huelgas del otoño. Pese a todo se registraron paros en Westinghause, Ceplástica. Firestone, Formica, General Eléctrica Española, Echevarría. Edesa. Astilleros Españoles, Astilleros Ruiz de Velasco y Petronor. La convocatoría obtuvo su mayor respuesta en la zona industrial de Basauri y en la margen derecha del Nervión.Por lo que se refiere al conflicto en sí la dirección de Tarabusi SA ha rechazado la última propuesta de los trabajadores en el sentido de nombrar una comisión de «hombres buenos» cuyo dictamen fuese aceptado, por ambas partes.

Los trabajadores habían propuesto para esta misión los nombres de tres magistrados de trabajo, el presidente de la sala de lo contencioso administrativo, los jueces decanos de primera instancia y lo civil,el decano del colegio de abogados y el rector de la Universidad de Bilbao, ofreciendo a la empresa de elegir entre ellos. La contestación ha sido que no ha lugar por que todavía no se han agotado los cauces laborales sin que haya es pecificado cuáles faltan por seguir.

Ante la imposibilidad manifiesta de iniciar cualquier tipo de diálogo, la huelga de Tarabusi entra en una fase de consecuencias imprevisibles. En estos tres meses de conflicto sólo la solidaridad económica ha furicionado con cierta regularidad hasta el punto de que se han distribuido ya cerca deseis millonesde pesetas entre los novecientos parados.

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