El alcalde desautoriza otro acto permitido por el gobernador civil

La confusión de competencias entre el Gobierno Civil y el Ayuntamiento volvió a plantearse anoche a propósito del tercer coloquio acerca de las próximas elecciones organizado por la Asociación de Cabezas de Familia de Alameda de Osuna.

A las ocho de la tarde, hora a la que estaba anunciado que empezaría el coloquio en el que iban a intervenir representantes de cinco partidos políticos, cuatro jeeps de la Policía Municipal impidieron el acceso de los vecinos al colegio Guadalajara. Ya durante la mañana de ayer, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, señor Villoria, y el d...

La confusión de competencias entre el Gobierno Civil y el Ayuntamiento volvió a plantearse anoche a propósito del tercer coloquio acerca de las próximas elecciones organizado por la Asociación de Cabezas de Familia de Alameda de Osuna.

A las ocho de la tarde, hora a la que estaba anunciado que empezaría el coloquio en el que iban a intervenir representantes de cinco partidos políticos, cuatro jeeps de la Policía Municipal impidieron el acceso de los vecinos al colegio Guadalajara. Ya durante la mañana de ayer, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, señor Villoria, y el delegado de Educación, Matías Vallés, confirmaron a miembros de la junta directiva de la asociación que «el alcalde, a título personal, se niega a autorizar las conferencias en el colegio». Por este motivo, el acto se celebró en la parroquia de la Ciudad Pegaso.

Según versión de la junta directiva de la asociación, los problemas empezaron cuando el conserje del colegio planteó no estar dispuesto a hacer horas extraordinarias. Según parece, desde el Ayuntamiento le dieron orden verbal de cerrar el centro escolar fuera de las horas de clase. Por su parte, el señor Martínez Emperador, presidente de la junta municipal de distrito, comunicó el día 17 a la asociación que según la ley de Relaciones Laborales no se puede obligar a nadie a hacer horas extraordinarias. Desde varios días antes de iniciarse las conferencias, además del permiso del gobernador civil de Madrid, la asociación contaba con la autorización del delegado del Ministerio de Educación y Ciencia.