Pamplona: la policía considera sagrada la huelga de la construcción

Hacia las dos y media de la tarde, 42 trabajadores de la construcción, que se encuentran en huelga desde hace mes y medio, se han encerrado en un edificio en construcción situado en las proximidades de la casa sindical. A su encierro se llevaron mantas, sacos de dormir y comida para unos cinco días. De los diversos puntos del edificio colgaron cuatro pancartas, cuyos textos eran los siguientes: «Cincuenta días de huelga, apóyanos», «Solidaridad construcción», «Amnistía laboral» y «Día 10, huelga general».

Hacia las ocho de la tarde, el comisario jefe de policía de Pamplona, provisto...

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Hacia las dos y media de la tarde, 42 trabajadores de la construcción, que se encuentran en huelga desde hace mes y medio, se han encerrado en un edificio en construcción situado en las proximidades de la casa sindical. A su encierro se llevaron mantas, sacos de dormir y comida para unos cinco días. De los diversos puntos del edificio colgaron cuatro pancartas, cuyos textos eran los siguientes: «Cincuenta días de huelga, apóyanos», «Solidaridad construcción», «Amnistía laboral» y «Día 10, huelga general».

Hacia las ocho de la tarde, el comisario jefe de policía de Pamplona, provisto de un megáfono, se acercó hasta las obras, diciéndoles que quería hablar con una comisión de los encerrados y que bajara alguno hasta la calle. «La policía no tiene nada que ver con la huelga y con el encierro -les dijo a través del megáfono-, pero sí con una de las pancartas, que convoca a un acto ilegal.» Pidió que fuera retirada, por favor, esta pancarta, y les dio quince minutos para decidir. Transcurrido este tiempo, los encerrados contestaron al comisario jefe de policía que retirarían esa pancarta; pero tomando su palabra de que respetaba el resto de las colocadas y de que la policía no intervendría en su desalojo. «No queremos ir en contra de vuestra huelga; es sagrada -les contestó el cornisario-; pero la convocatoria a la huelga es ilegal y no podemos permitirla.»

Tras retirar esa pancarta, el comisario les dijo que se alegraba y que les daba las gracias. Poco después se retiraba, y hacia las ocho y media de la tarde la policía intervino para disolver una manifestación de unas quinientas personas que se aproximaban al edificio en donde los encerrados se encontraban desde el mediodía.

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