Servidor público

Con verdadero interés y el ánimo un tanto sobrecogido por la que se nos viene encima, he leído la reseña de Angeles García en EL PAIS de hoy sobre el pleno del Ayuntamiento madrileño. Todo lo tratado es digno de comentarse y muy en especial las palabras del concejal senor Buceta, que me parecen las únicas dignas de un «servidor público» preocupado por el deterioro de la moral pública que siempre comporta lo excesivo y lo arbitrario: ¡lástima que no se le haya hecho caso!Sin embargo, quiero referirme a la afortunada imagen empleada por el señor alcalde al tratar de defender la grúa. «Es ha dich...

Con verdadero interés y el ánimo un tanto sobrecogido por la que se nos viene encima, he leído la reseña de Angeles García en EL PAIS de hoy sobre el pleno del Ayuntamiento madrileño. Todo lo tratado es digno de comentarse y muy en especial las palabras del concejal senor Buceta, que me parecen las únicas dignas de un «servidor público» preocupado por el deterioro de la moral pública que siempre comporta lo excesivo y lo arbitrario: ¡lástima que no se le haya hecho caso!Sin embargo, quiero referirme a la afortunada imagen empleada por el señor alcalde al tratar de defender la grúa. «Es ha dicho el señor De Arespacochaga- una operación quirúrgica más que una sanción... la actuación de la grúa siempre está encaminada a descongestionar las calles. » Muy bien, vamos a aceptar tan eminente definición y todo lo que ello significa. Porque si la grúa es una operación quirúrgica, tendrá que ser efectuada por cirujanos expertos que «operen» sólo donde se debe actuar conforme al código moral y jurídico que el propio alcalde señala siempre encaminados a descongestionar las calles. Sin arbitrismos y sin utilizarla en aquellos lugares donde es fácil aunque no obligado, dejando los difíciles en que sí hay auténtica, congestión. Y produciendo el mínimo trauma y con educación. Ya sé que los ciudadanos debemos tener educación también, pero eso, «también» «no sólo».