La detención del secretario del PCE

París: "Un error político gravísimo"

«Si quiere dar prueba, ante el mundo, de sus convicciones democráticas, la Monarquía no podrá eludir, durante mucho tiempo la cuestión del reconocimiento de todos los partidos políticos, incluido el comunista.» Así concluía su editorial de setecientas palabras, en primera página, el vespertino Le Monde, que con el título, La piedra de toque, discurría sobre la detención de Carrillo y de los otros siete dirigentes del PCE. La información más importante de este diario independiente, también en primera página, daba detalles sobre la operación espectacular de anteanoche. De igual manera, todos los...

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«Si quiere dar prueba, ante el mundo, de sus convicciones democráticas, la Monarquía no podrá eludir, durante mucho tiempo la cuestión del reconocimiento de todos los partidos políticos, incluido el comunista.» Así concluía su editorial de setecientas palabras, en primera página, el vespertino Le Monde, que con el título, La piedra de toque, discurría sobre la detención de Carrillo y de los otros siete dirigentes del PCE. La información más importante de este diario independiente, también en primera página, daba detalles sobre la operación espectacular de anteanoche. De igual manera, todos los periódicos de ayer, las agencias, la televisión y la radio en sus informaciones de cada hora, resaltaron de entrada la detención de Carrillo en Madrid.

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El vespertino ya aludido opinaba en el editorial que «al Gobierno le va a ser difícil negar a Carrillo los derechos ya reconocidos a los demás ciudadanos españoles. salvo que lo procese. Pero ¿basándose en qué? El secretario general del PCE ya ha respondido a quienes le reprochan su acción durante la guerra civil». Este, como otros comentaristas, se preguntaron desde el primer momento por las razones que han empujado al Gobierno a «cometer un error político gravísimo que, efectivamente, coincidían varios de ellos, podrá restablecer su prestigio ante la derecha franquista, pero da razón a quienes en España y fuera de España han pensado que la democracia no es posible hacerla sin demócratas».Ningún comentarista acertaba a encontrar la razón lógica de las detenciones. Muchos de ellos imaginaban que últimamente, con el secuestro de Oriol, el ataque a Fernández Miranda y la evasión de los presos de Basauri, el Gobierno dio muestras de debilidad.

Las reacciones a lo largo del día de ayer, se multiplicaron procedentes de organizaciones diversas, de partidos políticos o de personas. En todas ellas se pedía la libertad para los dirigentes comunistas españoles y se ponía en duda la voluntad democrática del Gobierno. El buró del PCF publicó un comunicado en la primera página de su diario. L'Humanite. El portavoz oficial del Partido Socialista y brazo derecho de Mitterrand (ausente como Marchais y otros líderes políticos a causa de las fiestas navideñas). Claude Estier, declaró en nombre de su partido: «La detención de Carrillo y de varios dirigentes del PCE resalta los límites muy estrechos de eso que se ha llamado la liberalización en España.»

Ayer los tres partidos de izquierdas y el Frente Progresista (gaullistas de izquierdas), preparaban la formación de una delegación de parlamentarios franceses que se desplazaría a Madrid para pedir a Suárez la libertad para Carrillo y demás dirigentes detenidos.

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