Reportaje:

La lotería llevó a Lugo mas millones que el Gobierno

La suerte de la lotería sonrió, este año a una de las provincias más deprimidas de España. Con el número 49.764 Lugo se llevó los 2.250.000.000 de pesetas de la totalidad de las series del gordo de esta Navidad.La capital de la provincia convirtió con este motivo en una verdadera fiesta. Desde las primeras horas de la mañana se paralizó prácticamente la vida habitual de la ciudad para dar paso a un verdadero ambiente de jolgorio. Puede decirse que aquí todos dejaron realmente de trabajar, menos las telefonistas y los periodistas, que tuvieron que afrontar, a partes iguales, una de las jornada...

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La suerte de la lotería sonrió, este año a una de las provincias más deprimidas de España. Con el número 49.764 Lugo se llevó los 2.250.000.000 de pesetas de la totalidad de las series del gordo de esta Navidad.La capital de la provincia convirtió con este motivo en una verdadera fiesta. Desde las primeras horas de la mañana se paralizó prácticamente la vida habitual de la ciudad para dar paso a un verdadero ambiente de jolgorio. Puede decirse que aquí todos dejaron realmente de trabajar, menos las telefonistas y los periodistas, que tuvieron que afrontar, a partes iguales, una de las jornadas más agotadores que recuerdan.

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Se da la circunstancia de que dos Organismos públicos, el Colegio de Veterinarios y la Jefatura del Servicio de Intendencia fueron quienes resultaron más favorecidos. En menor cuantía lo fueron, también, una firma comercial de la capital (la empresa de maquinaria agrícola Díaz y Prieto), el bar Plaza, también de la capital, y un modesto equipo de fútbol que rige el cura-párroco de Santa Baya en el municipio de Villalba, a 30 kilómetros de Lugo.Enrique Ximénez, veterinario, es quizá el más afortunado, ya que le tocaron 52 millones y medio, 33 millones fueron para el capitán Busta y siete millones y medio para su hijo José María Busta, director del centro de Cálculo de la Universidad de Santiago.

El capitán Busta se jubilaba por edad precisamente en el mismo día en que le sonrió la suerte. «Fíjese -declaró a EL PAIS-, yo salí de casa vestido con uniforme de gala porque tenia que acudir al despacho del gobernador militar, por razones oficiales de mi jubilación. La noticia de que me había tocado el gordo me sorprendió sólo relativamente, pues la verdad es que no sé porque, pero estaba seguro de que me iba a tocar. Yo personalmente acudí hace pocos días a la administración de loterías para elegir el número que íbamos a jugar en Intendencia. Me costó trabajo decidirme y estuve pensándolo delante de los lotes más de media hora. Cuando salí de allí estaba seguro de que había acertado.» Un compañero de armas cuenta que lo vio llegar muy ufano al cuartel de San Fernando ofreciendo el gordo a quien quisiera comprárselo. «Este número es el que va a tocar -dijo-, se sortea el día de mi jubilación militar y yo sé con seguridad que toca.» Alguien, que no le creyó devolvió mil de las 2.000 pesetas que le había ofrecido el capitán de la suerte. Al final repartió incluso el resto hasta quedarse, solamente, con una participación de cien pesetas por las que va a cobrar 750.000.

Militares

Entre los militares lucenses y algunos de sus familiares se repartentrescientos millones, gracias al buen ojo del capitán Busta. El capitán García Tejero, más de quince millones de pesetas. Millón y medio al gobernador militar de la plaza, Andrés González Méndez. Más de dieciocho millones al comandante Arbel, jefe del servicio de Intendencia. Otros quince a Jesús Pérez Galloso, funcionario civil de dicho servicio. Veintidós millones a otro funcionario del mismo cuerpo que se apellida Pérez v Pérez. Millón y medio al presidente de la Hermandad Provincial de Alféreces Provisionales comandante De las Heras. Más de tres millones al maestro armero de la plaza Manuel Rua Montero Jefes oficiales de la misma guarnición se reparten cantidades que superan las trescientas mil pesetas a cada uno. De la clase de tropa solamente cuatro soldados se vieron premiados, uno de ellos, Carlos Mugilde, con dos millones y medio. Al periodista local y militar retirado, señor Rivera, le tocaron millón y medio de pesetas del número repartido por el capitán Busta.

Pero no fue solamente en Lugo donde repartió su suerte el capitán de la lotería. Participaciones enviadas por él hicieron también millonarios al teniente coronel Hevia, en El Ferrol, y al comandante Gómez Trigo, en Pontevedra. Cada uno de ellos cobrará poco menos de cuatro millones de pesetas.

Por Lugo se dice ya que este hombre pasará a la historia local. «Hay que - ver declaró a este periódico Virtudes Vázquez, la lotera que despachó el número de la suerte; este señor vino aquí diciendo que se iba a llevar el gordo y se lo llevó.» La señora opinó que el premio está muy repartido. «Que yo sepa -dijo-, tocó un poco a ricos y a pobres. A mi misma me tocaron 350.000 pesetas de una participación que cambié con un cliente precisamente la víspera del sorteo.» Se sabe, en efecto, que muchos de los agraciados son trabajadores de algunos organismos públicos o de empresas particulares. Otros premios fueron para hombres de negocios. Concretamente, Manuel Díaz, propietario de una firma de maquinaria agrícola, ganó diez millones de pesetas y su hijo otros cuatro. El secretario particular del alcalde de Lugo fue premiado con dos y medio. Los clientes del bar Plaza poseen numerosas participaciones de un total de cincuenta mil pesetas repartidas. Muy repartidos pueden estar también los 1.275 millones que según se cree correspondieron al equipo de fútbol parroquial de Santa Baya (Villalba). En principio este equipo había comprado 200.000 pesetas del número premiado con el gordo, pero, según declaró la lotera que extendió el billete, durante los últimos días devolvió 30.000 pesetas de dicha cantidad. El cura párroco de Santa Baya es quien creó y dirige en la actualidad la entidad deportiva agraciada, cuyos miembros se cree saber que son gentes modestas de una zona rural de la comarca de A Terra Cha. Se piensa, en principio por tanto, que aquí es donde los millones están más repartidos y donde van a tener una mayor incidencia social.

La primera vez

La señora Vázquez, expendedora del gordo, es también un personaje en la vida local de Lugo desde la mañana de ayer. «Estoy muy contenta -manifestó a EL PAIS-, es la primera vez que reparto un premio gordo y la verdad es que me siento muy orgullosa de haber hecho rica a tanta gente. Me da la impresión de que yo sola repartí más millones entre mis paisanos que nadie en los últimos años.» Opinión parecida sustenta el capitán Busta. «Mi alegría es enorme-, dijo tambien a este periódico-, el hecho de que precisamente en mi último día en activo como militar me haya correspondido esta suerte que repartí con muchos de mis compañeros, es una cosa muy importante. Insisto en que tenía fe en que sucediese y no me equivoqué.» Ahora, según contó a EL PAIS tratará de que su vida no cambie mucho, pero está seguro de que va a ser más fácil y agradable. Se quedará a vivir en Lugo a pesar de su origen asturiano. «Llevo ya muchos años en Galicia -afirmó- y creo que es en esta tierra en donde Voy a seguir, ya que tengo a mi hijo en Sentiago y aquí en Lugo y en otras ciudades gallegas a muchos de mis amigos.» Todavía no sabe lo que va a hacer con el dinero. «Sólo puedo decirle -añadió- que me viene muy bien Y que con él voy a tratar de que mi vida y la vida de mis familiares pueda ser más alegre y más agradable. Voy a vivir el resto de mis días lo mejor que pueda, en una palabra.»

Con respecto al otro gran pellizco del gordo, el que fue a parar a los veterinarios, un lucense socarrón comentó al enviado de este periódico que ahora no va a haber quien atienda a las vacas que se pongan enfermas. Efectivamente, la impresión es que hay un buen número de estos profesionales premiados con el gordo. Uno de ellos, Enrique Giménez, puede ser el que se haya llevado el gato al agua, pues se le atribuye un premio de más de 52 millones de pesetas.

La calle ayer era en Lugo, una verdadera asamblea de alegría. « Resulta que la lotería trajo para la provincia -decía un periodista local- más millones de los que envió el Gobierno durante mucho tiempo. Lo malo es que aquellos a quienes tocaron los van a guardar. » Nadie fiaba de otra cosa. En la villa de Villalaba, cuna del señor Fraga, el tema es también la lotería que fue a parar a una de sus parroquias. «Estamos de fiesta -nos dijo un escritor local-; ahora que trabajen los bancos que materia no les falta.» Y los bancos, lógicamente, trabajan. Ya soltaron sus redes en varios casos. Precisamente, uno de los ejecutivos de la sucursal de un banco nacional comentó con este corresponsal que,«puesto que el dinero llega a espuertas, habrá que ver la manera de que los de Lugo pongamos también la hucha para guardarlo». En opinión de un economista consultado por EL PAIS. no estaría mal que los millones de la lotería repercutiesen en el incipiente desarrollo que inició la provincia. «Sería una pena -opinó- que se marche por donde ha venido y a esto estamos acostumbrados desgraciadamente, en Galicia, a que nuestro dinero financie el desarrollo de Cataluña o del Pais Vasco.»

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