La política de la Hermandad de Labradores, contestada

En un acto sindical agrario al que asistió el presidente de la Hermandad Nacional de Labradores y ganaderos. Luis Mombiedro de la Torre, y un buen número de cargos sindicales y agricultores de Cuenca reunidos en el cine Avenida, el señor Mombiedro encontró la contestación de varios agricultores a la hora de expresar sus ideas políticas y apoyar la votación afirmativa en el referéndum.

Cuando Luis Mombiedrode la Torre, presidente de la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos desde hace ocho años. Comenzó su corto discurso ante el abarrotado local explicando sus motivaciones para el ...

En un acto sindical agrario al que asistió el presidente de la Hermandad Nacional de Labradores y ganaderos. Luis Mombiedro de la Torre, y un buen número de cargos sindicales y agricultores de Cuenca reunidos en el cine Avenida, el señor Mombiedro encontró la contestación de varios agricultores a la hora de expresar sus ideas políticas y apoyar la votación afirmativa en el referéndum.

Cuando Luis Mombiedrode la Torre, presidente de la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos desde hace ocho años. Comenzó su corto discurso ante el abarrotado local explicando sus motivaciones para el sí del referéndum, hablando de Santiago Carrillo y sus crímenes de Paracuellos y refiriéndose al secuestro de Antonio María de Oriol Urquijo, para pasar seguidamente a abordar el tema de la política de precios agrarios. En un momento de su intervención fue interrumpido por uno de los agricultores asistentes le manifestó su desinterés por el sí o por el no. Ya que lo único que le importaba era la solución de los problemas del campo, soluciones en las que el presidente de la Hermandad no había tenido ningún éxito, va que sólo había conseguido un 10 de sus objetivos marcados, pobre resultado, que a juicio del agricultor merecía al menos su dimisión.

Prosiguió por parte del presidente el balance de los logros en materia agrícola a todos los niveles, para ser nuevamente interrumpido por el mismo agricultor, apoyado por los aplausos de Ios jóvenes y los abucheos de los mayores, quien puso de manifiesto que poco importaba para un agricultor medio una peseta más en los precios del trigo ni en sacar los tractores a la calle, ya que eso no era solución y sólo suponía un parche.

Nuevos aplausos, nuevos abucheos, y el señor Mombiedro hace intención de levantarse de la presidencia con ánimo de irse diciendo que si en su provincia no se le entendía no le quedaba más remedio que irse no sin antes echar a la facción con más edad sobre la minoría disidente al señalar que no se querían nuevos precios y que se intentaba confundir las cosas.