Cartas al director

Castiella y la libertad religiosa

En los medíos evangélicos españoles ha sido muy sentida la muerte de don Fernando María Castiella. Como jefe de la política exterior de España, Castiella trabajó intensamente a favor de la libertad religiosa. Su interés por el tema quedó apuntado en la redacción del anteproyecto del Fuero de los Españoles, que fue obra suya. Pero Castiella, católico sincero, modelo de honestidad, sabía que la declaración de el Fuero no resolvía el problema de las minorías acatólicas en España. Por el libro del teniente general Francisco Franco Salgado-Araujo, «Mis conversaciones privados con Franco», nos enter...

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En los medíos evangélicos españoles ha sido muy sentida la muerte de don Fernando María Castiella. Como jefe de la política exterior de España, Castiella trabajó intensamente a favor de la libertad religiosa. Su interés por el tema quedó apuntado en la redacción del anteproyecto del Fuero de los Españoles, que fue obra suya. Pero Castiella, católico sincero, modelo de honestidad, sabía que la declaración de el Fuero no resolvía el problema de las minorías acatólicas en España. Por el libro del teniente general Francisco Franco Salgado-Araujo, «Mis conversaciones privados con Franco», nos enteramos que el caudillo no era partidario de la libertad religiosa. Con todo, cuando recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores, Castiella mantiene su primera entrevista con Franco, expone al jefe del Estado español la urgente necesidad de un Estatuto que regulará el ejercicio de la libertad religiosa en el país. Corría el año 1957. Las razones de Castiella debieron convencer a Franco y autorizó a su ministro de Asuntos Exteriores el inicío de gestiones en tal sentido.Había de contar con las altas jerarquías de la Iglesia católica.

Tras cuatro años de pacientes investigaciones y elaboraciones, el equipo Castiella pone a punto un proyecto de Estatuto sobre libertad religiosa en España, que Castiella. entrega al Papa Juan XXIII. Al propio tiempo se inicia una ofensiva diplomática para apoyar el proyecto.

En diciembre de 1965, el Concilio Vaticano Il aprueba y proclama la Declaración sobre Libertad Religiosa. Pero en España, el proyecto Castiella sigue encontrando muchas oposiciones. Aquí se es más papista que el Papa. Por fin, ante la imposibilidad de nuevos aplazamientos, en junio de 1966, se nombra una Comisión Interministerial que tiene por encargo proceder a la elaboración definitiva del Estatuto. Castiella y su equipo quedan prácticamente excluidos de estos trabajos. Los enemigos de la libertad religiosa critican el texto, le ponen infinidad de reparos. Y cuando por fin las Cortes aprueban en el verano de 1967 el Estatuto que regula el derecho al ejercicio civil de la libertad religiosa, el texto no es ni la sombra del original elaborado por el equipo Castiella:

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Miembro de la Comisión Evangélica de Defensa

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