Vicálvaro: denuncia contra un colegio nacional

La Asociación de Padres de Alumnos del colegio Alfonso X, en Vicálvaro, han recurrido ante la Delegación Provincial de Educación, denunciando lo que califican de «incompetencia y autoritarismo» del director del colegio, y exigiendo la práctica real del derecho de los padres a participar en el proceso educativo de sus hijos.

El colegio Alfonso X, según la denuncia, está supersaturado. El número mínimo de niños por aula es superior a los 45, y en varias de ellas se llega a superar los setenta. Los profesores faltan a las clases a menudo, por motivos de salud, o problemas particulares, per...

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La Asociación de Padres de Alumnos del colegio Alfonso X, en Vicálvaro, han recurrido ante la Delegación Provincial de Educación, denunciando lo que califican de «incompetencia y autoritarismo» del director del colegio, y exigiendo la práctica real del derecho de los padres a participar en el proceso educativo de sus hijos.

El colegio Alfonso X, según la denuncia, está supersaturado. El número mínimo de niños por aula es superior a los 45, y en varias de ellas se llega a superar los setenta. Los profesores faltan a las clases a menudo, por motivos de salud, o problemas particulares, pero sin que se envíen profesores suplentes, con lo que no es raro que haya que unir dos clases, y el número de niños sobrepase los 120 para un solo profesor. Incluso el mismo director del centro tiene que impartir clases en un aula de quinto curso.Otro problema grave, consecuencia de la masificación y de la mala calidad de la enseñanza, es la práctica de las permanencias. Se calcula que entre el 70 y el 90% de los niños del turno de la mañana, y más del 50% de los de la tarde, tienen que recurrir a las horas electivas suplementarias, para recuperar conocimientos. Cada hora se cobra a 250 pesetas. Lo normal es que los niños asistan a las dos, por lo que cada familia paga quinientas pesetas de permanencia. Se da así el hecho curioso de que un colegio estatal resulte más caro que los privados subvencionados.

En el mes de octubre los padres realizaron una asamblea, a la que asistió casi todo el profesorado y la inspectora de zona de la Delegación. En cuanto a la masificación, se ofreció trasladar a un número determinado de alumnos a un colegio situado en el barrio de Santa Eugenia, poniendo un autobús a su disposición, y cobrándoles quince pesetas por la comida. Además ha habido que rehabilitar dos aulas en el recinto del gimnasio y otras dos en el sótano. De las dos profesoras de gimnasio, una hace días que no asiste, por lo que los cien niños están a cargo de la otra. Las clases del sótáno eran impartidas por dos estudiantes contratados que tampoco aparecen, por lo que los niños están abandonados.

En la asamblea se intentó llegar a un acuerdo con los profesores para reducir la cuota de las permanencias. Aunque parece que estaban dispuestos a negociar, ante la presión de los padres, cuando días después la directiva de la asociación quiso concretar los acuerdos, se negaron a recibirlos.

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