Comienza a perfilarse en Francia la policía de "izquierda"

La manifestación de ayer en el centro del París comercial (barrio de la Opera) y en diversas ciudades de Francia fue rara: la policía, de paisano y por grupos, recorrió desde el Metro de «Louvre» la escasa distancia que la separaba del Ministerio de Finanzas para presentar sus reivindicaciones económicas. En provincias, otro tanto se hizo ante las prefecturas. El movimiento fue convocado por la intersindical de policía, que agrupa a los sindicatos del gremio, excepto la CGT (comunista) y la CFDT (socialista autogestionaria). Estas dos últimas sindicales, por su cuenta, han previsto por iguales...

La manifestación de ayer en el centro del París comercial (barrio de la Opera) y en diversas ciudades de Francia fue rara: la policía, de paisano y por grupos, recorrió desde el Metro de «Louvre» la escasa distancia que la separaba del Ministerio de Finanzas para presentar sus reivindicaciones económicas. En provincias, otro tanto se hizo ante las prefecturas. El movimiento fue convocado por la intersindical de policía, que agrupa a los sindicatos del gremio, excepto la CGT (comunista) y la CFDT (socialista autogestionaria). Estas dos últimas sindicales, por su cuenta, han previsto por iguales razones una jornada de acción para hoy.

La manifestación fue la consecuencia lógica del mitin del pasado 18 de octubre en París. Después de esta reunión sin precedentes de 8.000 policías, los observadores habían comentado: parece que estamos asistiendo al nacimiento de la policía de la Unión de la Izquierda, es decir, de una policía contra-golpe de Estado.Las reivindicaciones económicas, en efecto, son una parte sustancial del descontento de los «flics» franceses. Pero, en profundidad, desde mayo de 1968, se han acentuado en sectores importantes de la policía la impresión de que su cuerpo es utilizado para servir intereses que no corresponden al bien común, sino a la defensa de los privilegios de una clase, según manifestaciones del líder sindical, señor Chaunac.

De no ser satisfechas sus reivindicaciones, no se excluye la pobilidad de una huelga que, según la ley, les está prohibida. A propósito de tal eventualidad, el ya citado Chaunac declaró anteayer que si no se convocaba la huelga en estos momentos era porque ello aprovecharía a los espíritus maquiavélicos, que se servirían del clima de miedo para apoderarse de la situación. En algunos medios de la policía, a medida que se acercan las elecciones legislativas de 1978, se viene evocando la posibilidad de que las autoridades den lugar a la creación, más o menos enmascarada, de una «policía militar». El tratamiento económico, jerárquico y administrativo en general que se les da a las diversas clases del cuerpo, tienden, según los interesados, hacia dicha «segregación».