GENTE

Enrique Nomen,

abogado de Tortosa, paga toda una página de publicidad en La Vanguardia, para corresponder a las personas que se han puesto en contacto con él, «dado el interés que, por lo visto» suscitó un escrito anterior suyo. La carta abierta comienza diciendo: «No soy político» y a continuación, desarrolla en siete puntos toda una teoría política, emparentada con el poujadismo y el uomoqualunquismo, de moda en la Europa de los años cincuenta. El señor Nomen se confiesa miembro de «la gran mayoría silenciosa, que él prefiere llamar, con mayúsculas, «LA GRAN MAYORIA DE LA EFICACIA», «p...

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abogado de Tortosa, paga toda una página de publicidad en La Vanguardia, para corresponder a las personas que se han puesto en contacto con él, «dado el interés que, por lo visto» suscitó un escrito anterior suyo. La carta abierta comienza diciendo: «No soy político» y a continuación, desarrolla en siete puntos toda una teoría política, emparentada con el poujadismo y el uomoqualunquismo, de moda en la Europa de los años cincuenta. El señor Nomen se confiesa miembro de «la gran mayoría silenciosa, que él prefiere llamar, con mayúsculas, «LA GRAN MAYORIA DE LA EFICACIA», «por cuanto, si hablamos poco, es debido a que el trabajo y el cumplimiento de nuestros deberes no nos dejaron tiempo para dar a conocer nuestros problemas».

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