GENTE

Pedro Rodríguez,

modista ya octogenario, ha recibido un homenaje de la buena sociedad barcelonesa, presidida por María Teresa Salisach de Samaranch. Junto con la entrega de medallas y los discursos de rigor, se celebró una exposición de 35 modelos diseñados por el señor Rodríguez, desde uno de 1939 -tul negro, con cuerpo de raso, bordado en azabache- de la condesa de Abásolo, hasta un pijama de la señora de Graells, que mereció el honor de figurar en una emisión de sellos nicaragüense, pasando por el que la señora Salisach lució cuando le dieron el Premio Planeta -negro con adornos de avestruz- y el nup...

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modista ya octogenario, ha recibido un homenaje de la buena sociedad barcelonesa, presidida por María Teresa Salisach de Samaranch. Junto con la entrega de medallas y los discursos de rigor, se celebró una exposición de 35 modelos diseñados por el señor Rodríguez, desde uno de 1939 -tul negro, con cuerpo de raso, bordado en azabache- de la condesa de Abásolo, hasta un pijama de la señora de Graells, que mereció el honor de figurar en una emisión de sellos nicaragüense, pasando por el que la señora Salisach lució cuando le dieron el Premio Planeta -negro con adornos de avestruz- y el nupcial de Mariola Martínez-Bordíu. Todos los modelos eran de lujo «con excepción de un abrigo negro, en lana, de discreto vestir, perteneciente a la señora de Meirás, realizado para una boda». Así lo cuenta, pero mucho más largo y más bonito, María Pilar Comín, en La Vanguardia.

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