El «Cortijo» de la Autónoma

Soy una de las alumnas que resultaron lesionadas en el hundimiento ocurrido el pasado día 29 de septiembre, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma. Como consecuencia de ello, tengo tres fracturas de pronóstico grave y un tiempo de recuperación indefinido.Quiero referirme en estas líneas, a las rejas colocadas en todos los pisos y puertas de las facultades de esta Universidad, pues creo que ellas suponen un gran peligro. Me gustaría con esto llamar la atención de que en caso de haberse producido un incendio, las consecuencias habrían sido catastróficas, pues ya el pasad...

Soy una de las alumnas que resultaron lesionadas en el hundimiento ocurrido el pasado día 29 de septiembre, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma. Como consecuencia de ello, tengo tres fracturas de pronóstico grave y un tiempo de recuperación indefinido.Quiero referirme en estas líneas, a las rejas colocadas en todos los pisos y puertas de las facultades de esta Universidad, pues creo que ellas suponen un gran peligro. Me gustaría con esto llamar la atención de que en caso de haberse producido un incendio, las consecuencias habrían sido catastróficas, pues ya el pasado día 29 hubo momentos de pánico, al intentar salir por cualquier medio del edificio.

Han sido numerosas las veces en que hemos pedido su retirada, sin que nuestra petición haya sido tenido en cuenta.

El pasado día 2 de octubre he leído en su diario un artículo que hacia referencia a unas declaraciones del ex ministro don Julio Rodríguez Martínez, va comentadas por la prensa anteriormente, en las que decía que había ordenado poner las rejas en la Universidad porque ello le conferiría cierto aire de «cortijo andaluz».

Con todo el respeto debido a las aficiones decorativas del señor Rodríguez Martínez, creo que todos hubiéramos preferido que las practicara en privado, y ya que los edificios de la Universidad, parecen estar en muy mal estado, invito a todos mis compañeros a adornarlos con macetas de geranios, lo cual, además de darles un tono alegre a las Facultades, supongo halagaría las aspiraciones estéticas del señor Rodríguez Martínez.