No se confirman los rumores sobre ejecuciones en China

Las autoridades chinas siguen sin confirmar oficialmente las detenciones de miembros del Buró Político, pertenecientes al ala radical del mismo, y mucho menos aún los rumores transmitidos ayer por la prensa extranjera según los cuales Wang Hung-wen, vicepresidente del Partido, y los otros tres líderes radicales habían sido ejecutados, incluida la viuda de Mao. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores se negó a hacer ningún tipo de comentarios.

Mientras tanto, llegan noticias de provincias que hablan de reuniones a las que asisten millares de personas, en las que se explican los ...

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Las autoridades chinas siguen sin confirmar oficialmente las detenciones de miembros del Buró Político, pertenecientes al ala radical del mismo, y mucho menos aún los rumores transmitidos ayer por la prensa extranjera según los cuales Wang Hung-wen, vicepresidente del Partido, y los otros tres líderes radicales habían sido ejecutados, incluida la viuda de Mao. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores se negó a hacer ningún tipo de comentarios.

Mientras tanto, llegan noticias de provincias que hablan de reuniones a las que asisten millares de personas, en las que se explican los últimos acontecimientos políticos y en las que se expresa apoyo a Hua Kuo-feng.

La prensa en especial Diario del Pueblo, órgano oficial del PCC, publica artículos y comentarios en los que se aprecia con claridad un giro moderado en su orientación ideológica en relación con hace apenas unas semanas.

El último comentario de importancia de Diario del Pueblo ha sido un pasaje del escrito de Mao sobre La guerra nacional (1938) de cuya lectura se extrae una llamada a la disciplina. Mao escribió en aquella ocasión que actuaban contra «la unidad del partido» todos aquellos que no se sometieran a la organización, siendo necesario la sumisión de la minoría a la mayoría, la del escalón inferior al superior, la del conjunto del partido al Comité Central.

La situación de Teng Hsiao-ping y la posibilidad de que los cuatro representantes de la línea radical sean sometidos a un proceso político ocupan ahora la atención de corresponsales y diplomáticos, aunque de momento no existen indicios de esto último. Respecto al ex viceprimer ministro, Li Hsien-nien dijo en el banquete ofrecido al primer ministro de Papua-Nueva Guinea, «que debía proseguir la crítica contra él y el desviacionismo de derecha». Pero, sobre su situación concreta, el Ministerio de Asuntos Exteriores, respondió que había quedado claramente expuesta en el editorial conjunto del 10 de octubre de los periódicos Diario del Pueblo, Bandera Roja y Diario del Ejército, en el que suavizan las acusaciones contra Teng Hsiao-ping. En ese editorial desaparecieron todos los términos referidos a la campaña contra el viento de derecha, incluido el de «burguesía en el seno del partido».

Ya no se mencionan en la prensa china, ni siquiera brevemente, los programas «venenosos, inspirados por Teng Hsiao-ping» que llenaron las columnas de la prensa antes del 1 de octubre. Ahora se suceden los llamamientos a la unidad; así resulta significativo que el Diario del Pueblo titulase ayer su primera página con el slogan «Unios. No os dividáis».

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Mientras tanto, círculos extranjeros de Pekín aseguran que se es preparando una reunión plenaria del Comité Central de donde saldrán «nombramientos de gran importancia».

En París, el ministro de Asuntos Exteriores Chiao Kuan-hua, prosigue su visita oficial. En la noche del miércoles, tras una cena ofrecida por su colega francés Guiringaud, Kuan-hua comentó a los periodistas que «China está dispuesta a seguir, en su política extranjera, la línea revolucionaria de Mao Tse-tung».

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