Los reformistas del verticalismo rompen con la Organización Sindical

Ayer tarde fue presentada en Madrid la Coordinadora que gestionará la constitución de la Confederación Sindical Obrera, nuevo sindicato surgido desde dentro de la Organización Sindical, en busca de nuevos cauces que devuelvan la libertad a la clase trabajadora española

La presentación tuvo lugar en uno de los salones del hotel Eurobuilding («nos fue denegada la contratación de un marco más adecuado a las condiciones de la clase obrera») y forman parte de la Coordinadora, Jovino Cuadrado, presidente de la UTT del Textil de Barcelona; Juan Tijeras, presidente de la UTT de la Construcción ...

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Ayer tarde fue presentada en Madrid la Coordinadora que gestionará la constitución de la Confederación Sindical Obrera, nuevo sindicato surgido desde dentro de la Organización Sindical, en busca de nuevos cauces que devuelvan la libertad a la clase trabajadora española

La presentación tuvo lugar en uno de los salones del hotel Eurobuilding («nos fue denegada la contratación de un marco más adecuado a las condiciones de la clase obrera») y forman parte de la Coordinadora, Jovino Cuadrado, presidente de la UTT del Textil de Barcelona; Juan Tijeras, presidente de la UTT de la Construcción de Barcelona; José López, presidente de la UTT del Metal de Alicante; Juan José Lojo, presidente del Consejo de Trabajadores, de La Coruña; Sebastián Morales, de la UTT del Textil de Barcelona; Manuel Pietro, presidente de la UTT de la Piel de Elche, y José Luis Torres Cáceres, presidente de la UTT nacional de la Información.Las motivaciones de esta nueva central obrera -apolítica, democrática e independiente arrancan del «fracaso de la línea reformista de la OSE», según explicaron los miembros de su Coordinadora, quienes justificaron su aparición en los momentos actuales como respuesta «al desconocimiento que los trabaja dores españoles tienen acerca de su futuro, al amparo de las negociaciones que, a sus espaldas, de forma oficial, se vienen desarrollando con diversas fuerzas sindicales, cuya representatividad, sin que nosotros la cuestionemos, está aún por ver».

Sobre la posibilidad de, que la nueva central obrera pretenda sustituir o heredar a la OSE, explicaron que «nada más lejos de nuestra intención, toda vez que nosotros, hombres que hemos integrado el sindicalismo que, tratábamos de reformar en profundidad, difícilmente podremos representar una línea continuista de algo con lo que no estamos de acuerdo».

A nivel personal, y en el tiempo, los integrantes de la Coordinadora de la Federación Sindical Obrera -según explicaron- han luchado, desde dentro, por una reforma de sus estructuras, con las que no se sentían defendidos. «No pretendemos, en absoluto, ser continuadores de un sindicalismo que, desgraciadamente, ha durado 40 años.»

Según explicó el señor Torres Cáceres (que ante la OIT, en su última conferencia anual, expuso la postura reformista del sindicalismo vertical, como jefe de la delegación obrera de España), «no tenemos influencias de nadie respondiendo a una posible vinculación con el equipo reformista de Martín Villa-, ha pasado el tiempo, han cambiado las reformas y no estamos dispuestos a esperar que se nos explique cómo será la reforma definitiva».

Sobre la reforma que pretendiera el señor Martín Villa -sobre cuya identidad con la misma fue interrogado el señor Torres Cáceres, como posibilidad de que, al desaparecer éste de la OSE fuera lo que hubiera motivado el nacimiento de la Federación Sindical Obrera-, explicó que «el gran problema, de la reforma de Martín Villa es que nadie conocía la reforma de Martín Villa». Acerca de los vetos que la nueva organización pudiera imponer a sus futuros afiliados, se señaló la necesidad de que quienes la integren habrán de dejar al margen del sindicalismo sus posibles militancias políticas. «Con los que, por supuesto, no podemos ni admitir el diálogo es con los que en la actualidad integran la ASO, que representan el vestigio más derechista de la Organización Sindical».

En cuanto a posibles similitudes del nuevo sindicato con sindicalismos europeos, explicaron que eran difíciles de establecer, «toda vez que nuestro ideario ha sido conformado de forma pragmática, con las mejores cosas que hemos encontrado en las organizaciones sindicales europeas». En este sentido, puede representar un ejemplo del referido pragmatismo las coincidencias que el manifiesto de presentación de la nueva organización señala con respecto a CCOO, UGT y USO: con la primera, en cuanto que la libertad sindical no es simplemente la legalización de las organizaciones clandestinas; con UGT, en que la amnistía laboral es una cuestión, previa, y con USO, en que el establecimiento de la libertad no es negociable.

El sindicalismo de la Confederación es de inspiración socialista, aun cuando su práctica es apolítica, independiente de cualquier partido político. «Se trata de dar cabida a cuantos trabajadores, con independencia de su militancia política, quieran un sindicalismo que no sea correa de transmisión de los partidos».

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