Cartas al director

Plaza de la Villa de París

Hasta el momento, y con relación al absurdo proyecto de construir un aparcamiento en la madrileña plaza de la Villa de París, tan sólo he leído una llamada de alarma y protesta que, suscrita por la Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico, apareció en el número del pasado día 3 de agosto en EL PAIS: nota que quiero también suscribir, enérgica e indignadamente, como madrileño y también, siendo abogado en ejercicio, vecino por razones profesionales, de la zona. Es, efectivamente -quizá con la plaza de la Encarnación. cercana a la de Oriente-, una de las últimas plazas que ...

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Hasta el momento, y con relación al absurdo proyecto de construir un aparcamiento en la madrileña plaza de la Villa de París, tan sólo he leído una llamada de alarma y protesta que, suscrita por la Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico, apareció en el número del pasado día 3 de agosto en EL PAIS: nota que quiero también suscribir, enérgica e indignadamente, como madrileño y también, siendo abogado en ejercicio, vecino por razones profesionales, de la zona. Es, efectivamente -quizá con la plaza de la Encarnación. cercana a la de Oriente-, una de las últimas plazas que la estúpida política municipal de aparcamientos ha respelado. Y es ahora, cuando creíamos, con el relevo de alcalde, periclitada dicha política. cuando se anuncÍa tal enormidad.A los argumentos dados en su nota por la asociación a que me refiero, habría que añadir este: la plaza de la Villa de París se encuentra sifiada literálmente de aparcamientos: pueden contarse cuatro, plaza de Colón, Recoletos, Almagro y, finalmente en la propia plaza, el igualmente público del Centro Génova. Con respecto a este último, frente al Palacio de Justicia -sólo hay que cruzar Marqués de la Ensenada-, puedo decir que en el momento de inayor presión, en pleno año judicial, siempre y a cualquier hora se encuentra plaza.

Por contra, el argumento en que supongo se basa el proyecto, es falso: la cantidad de coches aparcados por la mañana en la plaza, es por el momento -y hasta que se inaugure el edificio de Juzgados, en construcción en la plaza de Castilla-, innegable. Pero olvidan que esos coches se hallan en la superficie, no por falta de plazas de aparcamiento, sino porque sus dueños no quieren obligarse a abonar a diario las altas tarifas de los misnios. La entidad concesionaria cuenta sin duda con la protección que el Ayuntamiento le dará generosamente, prohibiendo -e impidiendo- aparcar en otra zona de la plaza que no sea el aparcamiento subterráneo, «nuevo». Y, en consecuencia, tendremos que se ha destruido una hermosa plaza para favorecer la economía de la entidad concesionaria y sin beneficio alguno para la circulación ni para los madrileños... eso en el caso de que sea rentable.

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