El príncipe Bernardo dimitió de todos sus cargos oficiales

El príncipe Bernardo de Holanda, esposo de la reina Juliana, dimitió ayer de su cargo de inspector general de las Fuerzas Armadas y de otros puestos oficiales como consecuencia de la divulgación de los resultados de una investigación oficial sobre su supuesta implicación en el caso de los sobornos de la compañia aeronáutica Lockheed.Las conclusiones de la encuesta, realizada por tres personalidades independientes holandesas, no responsabilizan directamente al príncipe en el caso de la Lockheed, pero señalan que «se mostró accesible a propuestas inaceptables». El anuncio de los resultados de l...

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El príncipe Bernardo de Holanda, esposo de la reina Juliana, dimitió ayer de su cargo de inspector general de las Fuerzas Armadas y de otros puestos oficiales como consecuencia de la divulgación de los resultados de una investigación oficial sobre su supuesta implicación en el caso de los sobornos de la compañia aeronáutica Lockheed.Las conclusiones de la encuesta, realizada por tres personalidades independientes holandesas, no responsabilizan directamente al príncipe en el caso de la Lockheed, pero señalan que «se mostró accesible a propuestas inaceptables». El anuncio de los resultados de la investigación fue hecho ayer por el primer ministro holandés, Joop Den Uyl, ante el Parlamento.

Según Den Uyl, el príncipe Bernardo «aceptó iniciativas que le colocaban a él y al Gobierno en una perspectiva bastante dudosa». El informe criticaba igualmente, en términos severos, las relaciones del consorte real holandés con financieros extranjeros de dudosa trayectoria.

El nombre del príncipe Bernardo fue asociado al escándalo de los sobornos de la Lockheed a principios de este año, cuando el ex vicepresidente de la compañía, A. Kotchian, afirmó ante el Senado norteamericano que un alto responsable holandés había recibido 1.100.000 dólares por la venta de aviones Starfighter en su país.

Las sospechas se confirmaron cuando un empleado de la compañía afirmó que ese alto responsable era el príncipe, y que en la operación había intervenido como intermediario el representante de la Lockheed en Suiza, C. Fred Meuser, amigo del marido de la reina Juliana.

Aunque tanto el príncipe Bernardo como Meuser negaron las acusaciones, el Gobierno designó a tres personalidades independientes para realizar una investigación, cuyos resultados se han hecho públicos ahora.

Antes de su difusión, las referencias del informe a la personalidad del príncipe Bernardo fueron objeto de reuniones secretas entre el primer ministro holandés y la reina Juliana, que en el plazo de una semana interrumpió por dos veces sus vacaciones en Italia. Según informaciones de la prensa holandesa, la dimisión de sus cargos oficiales del príncipe, propuesta por el Gobierno, fue finalmente aceptada por la reina para evitar una crisis constitucional. En los días previos a este desenlace se había hablado con insistericia sobre una posible dimisión de la reina Juliana.

Comentando las conclusiones de la investigación, el príncipe Bernardo reconoció «su falta de prudencia» en las relaciones que mantenía con algunos altos dirigentes de la Lockheed. Fue el propio primer ministro, Den Uyl, quien leyó al Parlamento una declaración del esposo de la reina, en la que éste aceptaba las conclusiones de la investigación.

«Escribí cartas -añade la declaración- que nunca debería haber enviado, y acepto la plena responsabilidad de mis actos y las consecuencias que se derivan de los mismos.»

«Las relaciones de amistad que he tenido con algunos altos funcionarios de la compañía Lockheed han contribuido a falsear el carácter de mis relaciones con la propia compañía», dice el príncipe Bernardo en la comunicación leída por el primer ministro, y que data del pasado 23 de agosto.

En Burbank (California), la compañía Lockheed se negó a hacer comentarios acerca de la dimisión del príncipe Bernardo. «Evidentemente, no tenemos nada que comentar», declaró un portavoz de la compañía. Más información en pág. 32.

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