Detenidos en el final de los sanfermines

La semana vasca pro-amnistía culminó el domingo en Pamplona con una manifestación que concentró a unos cinco millares de personas en la plaza del Castillo, auténtico corazón de los sanfermines. La concentración fue promovida por las comisiones gestoras pro-amnistía y se habían sumado a la convocatoria prácticamente todas las organizaciones políticas ilegales que en el País Vasco representan opciones de izquierda.A las dos en punto de la tarde se puso en marcha una columna de unos 15 en fondo que bordeó la plaza hasta alcanzar el quiosco de la música. Al igual que en los demás actos públ...

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La semana vasca pro-amnistía culminó el domingo en Pamplona con una manifestación que concentró a unos cinco millares de personas en la plaza del Castillo, auténtico corazón de los sanfermines. La concentración fue promovida por las comisiones gestoras pro-amnistía y se habían sumado a la convocatoria prácticamente todas las organizaciones políticas ilegales que en el País Vasco representan opciones de izquierda.A las dos en punto de la tarde se puso en marcha una columna de unos 15 en fondo que bordeó la plaza hasta alcanzar el quiosco de la música. Al igual que en los demás actos públicos promovidos con este fin durante los últimos días, amnistía y libertad fueron los gritos coreados con más fervor por los manifestantes, que llevaban varias ikurriñas (banderas vascas) y pancartas.

Una vez estabilizada la manifestación, que cubría la mitad de la plaza, se dio lectura a un manifiesto redactado en castellano y vascuence. En el transcurso de esta intervención se afirmó que el acto no trataba de interferirse en las fiestas, sino que venía a ser un paréntesis en recuerdo de quienes no podían disfrutarlas por encontrarse en las cárceles.

Finalmente los manifestantes se pusieron nuevamente en marcha para dirigirse hasta el Gobierno Civil, con el propósito de reiterar allí las peticiones de amnistía. En este momento un joven escaló una farola de la plaza para colocar en lo alto una ikurriña que se caería momentos después.

La manifestación ascendió por la calle Carlos III hasta la plaza del general Mola, ocupando completamente una de las calzadas y apoyando los manifestantes con palmas las voces de Azkalasuna (Libertad) y Presoak kalera (Presos a la calle).

Una vez que la cabeza había llegado hasta la plaza donde se encuentra el Gobierno Civil, y cuando los manifestantes se disponían a bordearla, fuertes contingentes de las brigadas antidisturbios cortaron simultáneamente varias calles cercanas y efectuaron repetidas cargas, con disparos de bombas de humo y pelotas de goma en algunas zonas. Varias personas resultaron contusionadas y en el hospital provincial fue atendido un muchacho por un golpe producido por una de estas pelotas.

Ocho personas resultaron detenidas a consecuencia de estos incidentes, según informó ayer el Gobierno Civil de Navarra en nota oficial. Algunos de ellos fueron puestos a disposición judicial después de instruir diligencias.

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La nota del Gobierno Civil señala que durante los «sanfermines» se han venido produciendo diversos hechos de carácter político totalmente ajenos al espíritu de estas fiestas, al tiempo que añade que tales sucesos han sido provocados por «elementos extraños a la población y provincia». En su último punto agradece la reacción de los medios de comunicación de Pamplona y de la propia población navarra, «que se ha puesto de manifiesto repetidas veces como réplica a estos sucesos».

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