500 vecinos en la asamblea general de San Blas

Con asistencia de más de 500 vecinos se celebró el pasado domingo la asamblea general extraordinaria de la Asociación de Vecinos de San Blas-Simancas, para cubrir seis vacantes de su junta directiva, aprobar la memoria y el balance económico del pasado año, y trazar las directrices de la próxima etapa.Resultaron elegidos Andrés Cabrera, estudiante de veintidós años; Francisco Martínez, mecánico, de veinticuatro; Fernando Galindo, de veintisiete, trabajador; Julia Basa, de veintitrés años, trabajadora y Aurora Arrojo, viuda del vocal recientemente fallecido señor Aldebunde, al que la asamblea d...

Con asistencia de más de 500 vecinos se celebró el pasado domingo la asamblea general extraordinaria de la Asociación de Vecinos de San Blas-Simancas, para cubrir seis vacantes de su junta directiva, aprobar la memoria y el balance económico del pasado año, y trazar las directrices de la próxima etapa.Resultaron elegidos Andrés Cabrera, estudiante de veintidós años; Francisco Martínez, mecánico, de veinticuatro; Fernando Galindo, de veintisiete, trabajador; Julia Basa, de veintitrés años, trabajadora y Aurora Arrojo, viuda del vocal recientemente fallecido señor Aldebunde, al que la asamblea dedicó un minuto de silencio y un caluroso recuerdo. A la reelección se presentó el vocal Juan Carlos del Amo, peón de veintitrés años, y resultó designado.

Será la directiva en pleno la que elija al vicepresidente de la Asociación, puesto para el que no hubo presentación de candidatos. En el capítulo de las decisiones, la asamblea aprobó un documento en el cual se perfilan los objetivos prioritarios a lograr durante la etapa entrante, y que se basan en la solución del problema de la vivienda, de la enseñanza, de la carestía de la vida y la petición de zonas verdes y equipamientos para el barrio. Asimismo, se solicitó la inmediata legalización de las asociaciones de vecinos que permanecen en situación de trámite, al igual que la de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos. El documento reivindicó la incorporación plena de las mujeres y en igualdad de derechos con el hombre a la actividad laboral, social y política, además de el hombre a la actividad laboral, social y política, además de la desaparición de las discriminaciones que todavía persisten. Tras alusiones directas a la necesidad de una gestión municipal democrática. Algunos asistentes se pronunciaron por la dimisión del Ayuntamiento; se exigieron asimismo las libertades, democráticas y una amplia amnistía política y sindical sin exclusiones.

El documento fue avalado por todos los asistentes, que realizaron múltiples intervenciones y ampliaron con sus aportaciones el texto.