GENTE

José Alcrudo,

propietario de la librería zaragozana Pórtico, y dedicado a la venta de libros desde hace treinta y un años, posee por ahora el récord de ataques a este tipo de establecimientos. El récord del paciente señor Alcrudo se refiere tanto a la antiguedad corno a la frecuencia de los ataques. Comenzó a recibir amenazas en el lejano 1946, cuando pintaban bastos por albergar en su local una exposición de pintura «que en tonces se consideraba de vanguardia». Desde aquella fecha hasta hoy contabiliza dos cócteles Molotov, una carga de plástico, una lata -cinco litros- de gasolina, amén de docenas ...

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propietario de la librería zaragozana Pórtico, y dedicado a la venta de libros desde hace treinta y un años, posee por ahora el récord de ataques a este tipo de establecimientos. El récord del paciente señor Alcrudo se refiere tanto a la antiguedad corno a la frecuencia de los ataques. Comenzó a recibir amenazas en el lejano 1946, cuando pintaban bastos por albergar en su local una exposición de pintura «que en tonces se consideraba de vanguardia». Desde aquella fecha hasta hoy contabiliza dos cócteles Molotov, una carga de plástico, una lata -cinco litros- de gasolina, amén de docenas de amenazas, insultos y vejaciones, «todo ello con firma». Los contumaces atacantes del señor Alcrudo jamás fueron hallados.

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