Cartas al director

José Gay y el SEU

Una persona, en quien, sin duda, se juntan la necedad y el ánimo de molestar, ha sugerido que el eminente dermatólogo y excelente amigo y compañero mío, José Gay Prieto, podría ser confundido con el Gay que de pasada menciono en mi reciente libro Descargo de conciencia, como uno de los jefes del SEU -Teigell, Jordana de Pozas, Gay que cuando fui rector de la Universidad de Madrid hube de conocer. Sinceramente, no comprendo que a nadie que sepa leer le pase por las mientes que la explícita mención de un jefe del SEU, y precisamente como tal, pueda referirse a un catedrático universitario...

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Una persona, en quien, sin duda, se juntan la necedad y el ánimo de molestar, ha sugerido que el eminente dermatólogo y excelente amigo y compañero mío, José Gay Prieto, podría ser confundido con el Gay que de pasada menciono en mi reciente libro Descargo de conciencia, como uno de los jefes del SEU -Teigell, Jordana de Pozas, Gay que cuando fui rector de la Universidad de Madrid hube de conocer. Sinceramente, no comprendo que a nadie que sepa leer le pase por las mientes que la explícita mención de un jefe del SEU, y precisamente como tal, pueda referirse a un catedrático universitario de cincuenta años, gran figura nacional en la materia de su docencia; pero está visto que en nuestro país, como diría el Guerra, «hay hombres pa tó».Para, en lo posible, evitar que las ocurrencias de los necios y malignos sigan teniendo efectos enojosos, le ruego la publicación de estas líneas en el diario de su digna dirección. Atentamente le saluda.

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