«El tercer anacronismo»
Con un sentido rocambolesco y disolvente de la historia, «El manifiesto de los Fieles Difuntos» (El PAÍS día 16) resulta un número de prestidigitación que entre «dos descomunales anacronismos» trata de escamotear el principal anacronismo de nuestro tiempo, y es el de comenzar a poner orden después de pasado el «Montejurra».En esto han coincidido todas las tendencias de raíz carlista y casi todos los medios de expresión, incluido EL PAÍS (día 11), pese a la predicción general de la confrontación (EL PAÍS día 9).
Todavía permanecen sin aclarar las causas de este anacronismo histórico, sin...
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Con un sentido rocambolesco y disolvente de la historia, «El manifiesto de los Fieles Difuntos» (El PAÍS día 16) resulta un número de prestidigitación que entre «dos descomunales anacronismos» trata de escamotear el principal anacronismo de nuestro tiempo, y es el de comenzar a poner orden después de pasado el «Montejurra».En esto han coincidido todas las tendencias de raíz carlista y casi todos los medios de expresión, incluido EL PAÍS (día 11), pese a la predicción general de la confrontación (EL PAÍS día 9).
Todavía permanecen sin aclarar las causas de este anacronismo histórico, sin duda relacionado con un desenlace distinto de la «trifulca fraterna».
Creo preciso, para la salvaguardia de la independencia del citado diario, señalar la que estimo solución al número anterior de prestidigitación.