Reportaje:

Rubeola en Madrid

La rubeola fue considera da una enfermedad benigna hasta el año 1940 en que se descubrió el efecto más peligroso, cuando contraía la dolencia una madre gestante. El riesgo en ese caso es mayor, pudiendo provocar el nacimiento de niños con deformaciones congénitas del tipo de sordera o lesión de corazón.Es producida por un virus que llega a la rinofaringe a través de las pequeñas gotitas expulsadas por un enfermo portador del mal. Tiene un primer período de incubación, con ausencia total de síntomas. Le sigue un período que suele durar día y medio, donde se hace presente fiebre y catarro en las...

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La rubeola fue considera da una enfermedad benigna hasta el año 1940 en que se descubrió el efecto más peligroso, cuando contraía la dolencia una madre gestante. El riesgo en ese caso es mayor, pudiendo provocar el nacimiento de niños con deformaciones congénitas del tipo de sordera o lesión de corazón.Es producida por un virus que llega a la rinofaringe a través de las pequeñas gotitas expulsadas por un enfermo portador del mal. Tiene un primer período de incubación, con ausencia total de síntomas. Le sigue un período que suele durar día y medio, donde se hace presente fiebre y catarro en las vías respiratorias. Durante la erupción o período culminante aumenta la fiebre y aparecen exantemas (congestiones en la piel con mancha), comenzando tras las orejas y extendiéndose a todo el cuerpo. En su última fase, hay una remisión de los síntomas, excepto cierta hinchazón en los ganglios, perceptible desde los períodos anteriores hasta el final. En la infancia todo esto es muy benigno y no debe dársele gran importancia.

Rubeola en Madrid

La mayor incidencia de la enfermedad en Madrid estos días es un hecho. Las versiones dadas en diversos jardines de infancia varían de unas a otras. «Aquí no hay nada, ningún caso de rubeola ni catarros ni nada», respondió una voz irritada ante la pregunta periodística. Más irritada todavía fue la responsable de una guardería que contestó: «No tenemos ningún enfermo, aquí no hay ninguna epidemia.»En otro centro se nos dijo: «Sí. Estos días algunas madres nos dicho que no traían a sus niños porque estaban pasando la rubeola. Por lo menos cinco familias nos han avisado en este sentido. Otros niños han faltado más que de costumbre, pero no sabemos por qué.»

Además del hecho constatable de colegios, el doctor Velasco, profesor de pediatría del Hospital Clínico, ha confirmado el aumento de rubeola estos días en Madrid: «Sí, sí. Hay ahora más rubeola que la de siempre. Aunque, desde el punto de vista clínico es difícil distinguirla del sarampión, creo que asistimos a una endemia que es algo más general y extensa que una epidemia, fenómeno más localizado. Desde hace aproximadamente un mes advierto esta mayor frecuencia de niños con rubeola.»

Postura oficial

El doctor Criado, inspector general de Sanidad, afirma que no es tema de alarma. «No tenernos idea de que haya una mayor incidencia de rubeola estos días. Hay, que tener en cuenta que ésta es la época de esa enfermedad. En el parte de la última semana sobre la situación general sanitaria no se veía nada anormal en las cifras de personas afectadas. Creo que de momento no hay nada de particular.»

Peligro en el embarazo

El mayor peligro de la rubeola no es su presencia en niños, sino su posible contagio a mujeres que estén en período de gestación. El doctor Velasco, tras asegurar que es «muy difícil, desde el punto de vista. clínico, distinguir la rubeola del sarampión», se refiere al peIigro real existente en las mujeres embarazadas:«Hay posibilidades de malformación en el niño que va a nacer. Se puede dar lo que llamamos embriopatía rubeólica. Pero para que esto suceda se tendrían que dar varias circunstancias: que esa madre no haya tenido nunca rubeola; que la coja, lo que no siempre sucede ya que no es una enfermedad muy contagiosa, y que aunque la coja, esté en el primer trimestre de embarazo que es cuando puede darse la embriopatía peligrosa. »

Las madres, ante eso, no tienen al parecer muchas alternativas. Porque evidentemente vacunarse durante el embarazo es peligroso. Lo importante sería haber pasado la rubeola antes del embarazo. En Estados Unidos, por ejemplo, las jóvenes madres se retiran durante algún tiempo a pasar la rubeola, antes de quedar embarazadas.

«No aconsejo en absoluto -señala el doctor Velasco- que la embarazada se vacune durante el primer trimestre de gestación. Está introduciendo en su cuerpo el virus. Otra cosa es emplear gammaglobulina contra la enfermedad. Eso es más discutible. Lo que sucede es que su efecto es también más corto y limitado que la vacuna. Mientras una vacunación dura toda la vida, el empleo de gammaglobulina produce un efecto de dos o tres semanas. »

El temor de las madres afectadas es por ello el más difícil de solventar. El hecho de que el 30 ó 40 por 100 de los casos puedan resultar malformados congénitamente, opera en todas las mujeres que se enfrentan a ese riesgo.

Las malformaciones más frecuentes son cataratas, sordera, microcefalia, cardiopatía también retrasos del crecimiento, glaucoma y púrpura trombopénica.

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