Criterios comunes entre empresarios y sindicatos ilegales

Como respuesta a los reiterados propósitos empresariales de lograr la plena democracia, el sindicalismo no oficial reclama la práctica de esta intención, mediante la libre celebración de asambleas en los centros de trabajo y la negociación directa con las organizaciones sindicales, en el contexto de un pacto político que hará viable el establecimiento de un pacto social.

Esta puede ser la primera consecuencia del encuentro mantenido durante los dos últimos días entre empresarios españoles y representantes de la Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CC OO) y Unión Sind...

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Como respuesta a los reiterados propósitos empresariales de lograr la plena democracia, el sindicalismo no oficial reclama la práctica de esta intención, mediante la libre celebración de asambleas en los centros de trabajo y la negociación directa con las organizaciones sindicales, en el contexto de un pacto político que hará viable el establecimiento de un pacto social.

Esta puede ser la primera consecuencia del encuentro mantenido durante los dos últimos días entre empresarios españoles y representantes de la Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CC OO) y Unión Sindical Obrera (USO), en torno al tema Hacia unas nuevas relaciones en la empresa.Junto al positivo resultado que constituye la celebración en sí del encuentro, calificado por algún miembro de la representación obrera como histórico, y la unanimidad entre los asistentes de la conveniencia de nuevos contactos, tanto a nivel de sectores o ramas de industria, como a nivel de empresas, las jornadas demostraron una clara coherencia entre las tres sindicales representadas, entre las que, como tema polémico, tan sólo hubo disparidad de criterios acerca de la validez o no del convenio colectivo.

No obstante este último aspecto empresarios y trabajadores mostraron su acuerdo en la consecución de convenios colectivos de ámbito nacional en grandes sectores de la producción (metal, construcción, etc.), para, a partir de ahí, iniciar la negociación en niveles provinciales.

El largo debate que puso punto final al encuentro sirvió para reiterar las posturas que, durante las jornadas de trabajo, ambas partes dejaron claramente de manifiesto, con una reseñable concurrencia de criterios en las diferentes intervenciones.

La burguesía financiera crea riqueza, pero no libertad

El catedrático de Teoría Económica de la Autónoma madrileña, José Ramón Lasuén, que abrió el debate, en lo que calificó de reflexión, tanto para los obreros como para los empresarios, afirmó que «la burguesía financiera crea riqueza, pero no siempre crea libertad, ni política ni económica, pues la clase que menos necesita la libertad, es el capitalismo financiero e industrial».De esta manera, el profesor Lasuén respondía a la anterior pregunta de Ciriaco de Vicente, quien cuestionó la disposición del capitalismo financiero e industrial a la consecución de una democracia para nuestro país.

El empresario Joaquín Molins justificó por la supervivencia la «aceptación pasiva de la legalidad por parte del empresariado», como acusaron algunos representantes obreros, e insistió en el hecho de que gran número de empresarios militan en organizaciones unitarias de carácter, democrático, «saltándose esa legalidad que aquí se señala tan respetada».

Los principios de Ariza

El señor Molíns mostró también su acuerdo con los cinco principios propuestos por Julián Ariza (CCOO) a los empresarios (voluntad de diálogo, clarificación de las situaciones contables y económicas de las empresas, readmisión de los despedidos, facilidad por parte de los empresarios para ejercer el derecho de reunión en la empresa y la ausencia de sanciones a los obreros por cuestiones políticas) y se unió a las peticiones de amnistía, de derecho de reunión y de favorecimiento de la democracia.Segismundo Crespo, representante de USO, aludió a la negociación colectivo, definiendo el convenio (sobre el que pidió seriedad y fiabilidad) como un «armisticio que responde a un equilibrio de fuerzas, donde el empresario no puede dar menos ni el trabajador dar más», sin que por ello deba quedar roto cuando la relación de fuerzas se altere con anterioridad a su vencimiento, pues en la lucha por un convenio, hay momentos en que se avanza y momentos en que se retrocede.

En opinión del catedrático del Derecho del Trabajo, Juan Antonio Sagardoy, todo cuanto fue tratado a lo largo de la jornada tenía una efectividad relativa, pues, en definitiva, de ella habían estado ausentes los que deciden, es decir los representantes del capitalismo financiero, al que, en un símil taurino, aludió como un toro que está «entero» y, tal vez, el que no quiera pactar sea él

En este sentido, el empresario Luis Larroque contestó a Sagardoy que, en efecto, "el toro está en pie, pero herido de muerte" y a efectos estratégicos hay que, tener en cuenta esta circunstancia, para llegar a un pacto social en el contexto de un consenso nacional.

Las ponencias expuestas en la jornada de ayer versaron sobre la negociación, analizada desde as perspectivas de sus protagonistas, su estrategia y sus efectos.

Según el resumen que de las ponencias hizo el profesor Francisco Bustelo, que actuó de moderador, la negociación debe existir en las empresas, para lo que hay que remover obstáculos políticos y sindicales, a los que se suman los problemas específicos de los distintos lugares del Estado español, cuya solución reclama la autodeterminación de esos pueblos.

Sobre los efectos de la negociación, el empresario Gómez Acebo concluyó su ponencia afirmando que "sólo con firmeza en las actitudes y generosidades en los detalles y en los modos, podremos estrenar democracia y hacer que ésta funcione, y no fracase en nuestro país una vez más».

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