Alcaraz, dos meses por delante y un reto de máximos: disparar sus registros
El español, repuesto del tobillo y citado en los cuartos de Tokio con Nakashima tras batir a Bergs por 6-4 y 6-3, se supera y desea acercarse a las marcas de los gigantes
Nunca ha sido el otoño una época especialmente inspirada para Carlos Alcaraz, al que tradicionalmente se le han atragantado los deberes del tramo final de la temporada. Iba por buen camino hace un año, cuando comenzó con buen pie en Pekín, pero luego volvió a trabarse en Shanghái, la velocidad de Bercy le consumió otra...
Nunca ha sido el otoño una época especialmente inspirada para Carlos Alcaraz, al que tradicionalmente se le han atragantado los deberes del tramo final de la temporada. Iba por buen camino hace un año, cuando comenzó con buen pie en Pekín, pero luego volvió a trabarse en Shanghái, la velocidad de Bercy le consumió otra vez y un inoportuno resfriado le redujo en la cita maestra de Turín, antes del chasco colectivo en la Davis de Málaga. Ahora, el punto de partida es novedoso, Tokio, donde el joven número uno posaba estos días divertido, embutido en el traje de los samuráis y espada en mano para abordar un reto al que le tiene ganas. Y no es menor: superarse a sí mismo.
La andadura empezó en forma de susto, con la torcedura de la que aparentemente no hay secuelas preocupantes. Después del tanteo inicial, de probar en los apoyos y de comprobar que el tobillo izquierdo soporta las cargas, Alcaraz rinde en la segunda intervención al belga Zizou Bergs, el 45º del mundo, sin mayor contratiempo que los giros bien controlados que depara el partido: 6-4 y 6-3, en 1h 19m. Este mismo domingo, por tanto, volverá a saltar a la pista para el encuentro con el estadounidense Brandon Nakashima (33º). Hambriento, en la misma línea de seriedad de los últimos meses, el murciano aprieta los dientes. No quiere desviarse: “Estoy muy contento de cómo lo he hecho”.
Si en el punto de partida de enero tenía entre ceja y ceja el objetivo de Australia, finalmente frustrado, ahora apunta con decisión a las dos estaciones finales, ambas en Italia: la Copa de Maestros, de nuevo en Turín y la fase final de la Copa Davis, por primera vez en Bolonia. Ahora bien, para llegar verdaderamente a tono hasta la recta decisiva de noviembre, Alcaraz se impone mantener la regularidad ofrecida a lo largo de los seis últimos meses, la misma que le ha devuelto a la cima del circuito y que le eleva como un competidor total. Sin lagunas, relajación de más ni despistes, el murciano es todavía un tenista más imponente; lo sabe él, lo sabe el resto. Así que nada de bajar el pistón, recalca.
Las cifras de Alcaraz | Victorias-Derrotas | Títulos | Ranking final |
---|---|---|---|
2021 | 32-17 (65,3%) | 1 | 32 |
2022 | 57-13 (81,4%) | 5 | 1 |
2023 | 65-12 (84,4%) | 6 | 2 |
2024 | 54-13(80,5%) | 4 | 3 |
2025* | 64-6 (91,4%)* | 7* | 1* |
“Las temporadas duran once meses, no siete, ocho o nueve”, repite como un mantra. Por fin convencido. Desde que eclosionó en la élite, Alcaraz acostumbra a llegar con el trabajo bien hecho a estas alturas, cargado de trofeos y con al menos una muesca en los grandes escenarios. No hay excepción esta vez, después de haber triunfado de nuevo en Roland Garros y de haber reeditado recientemente el primer gran éxito de su carrera, en el US Open. A ello le añade otras dos casillas de prestigio tachadas, las de Montecarlo y Roma, además de la huella dejada en el Masters de Cincinnati. Se suma todo esto al indicio optimista de febrero en Róterdam, donde obtuvo su primer trofeo bajo techo.
Redondear el año
Sin embargo, no le vale. Aún recuerda el tirón de orejas público que le dio su entrenador tras la eliminación de Turín hace dos años: “Hay que aprender a ser un gran profesional todo el año y hacer las cosas cuando toca; entrenar cuando toca y pasárselo bien o desconectar cuando toca; y, bueno, en ese aspecto hay que mejorar ciertas cosas que él sabe, así que está intentándolo...”. Autoexigente, ese mismo día el chico de 20 años acataba: “Como dice Juan Carlos [Ferrero], que tiene toda la razón del mundo, la temporada de un tenista va de enero a noviembre; no acaba en julio, agosto o septiembre, sino en noviembre. Quizá me ha costado asimilarlo y lo tengo que mejorar”.
Hasta aquí, Alcaraz ha completado un curso fabuloso. Así lo refrendan su juego —igual de espectacular, pero más consistente y eficiente— y también los datos. Con siete títulos ya supera el registro personal de 2023 y con un 91% de eficacia en los partidos que ha disputado hasta ahora ha disparado el promedio como nunca. Sin embargo, varios alicientes le invitan a no bajar los brazos y a terminar de bordar un año en el que se ha sentido más poderoso que nunca, con una sensación de control sobre el juego que todavía no había experimentado. Aún muy joven, Alcaraz sigue descubriéndose y explorando sus posibilidades. Y apunta: “Pienso en ser mejor jugador cada día. Eso es en lo que pienso”.
Después de coronarse por segunda vez en Nueva York, el tenista descansó unos días en Murcia y enseguida se puso de nuevo en marcha, ejercitándose bajo la pista cubierta de su academia. La semana pasada participó del espectáculo de la Laver Cup en San Francisco —con tres victorias y una derrota, frente a Taylor Fritz— y de ahí voló directamente a Tokio, lugar de estreno para él. De entrada, dos actuaciones muy convincentes ante el argentino Sebastián Báez y Bergs, y, en perspectiva, el objetivo a corto plazo de inscribir su nombre junto a los de Ivan Lendl, Stefan Edberg, Pete Sampras, Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, los números uno que vencieron en Japón.
Los tres gigantes | Victorias | % | Títulos | Nº1 a final de año |
---|---|---|---|---|
Novak Djokovic | 82-6 (2015) | 93,1 | 11 (2015) | 8 (2011, 2012, 2014-15, 2018, 2020-21 y 2023) |
Rafael Nadal | 82-10 (2013) | 89,1 | 11 (2022) | 5 (2008, 2010, 2013, 2017 y 2019) |
Roger Federer | 92-5 (2006) | 94,8 | 12 (2006) | 5 (2004-07 y 2009) |
“Quiero jugar bien y ganar”, anticipa Alcaraz. “Siempre digo que mi objetivo es intentar estar en la misma mesa que las leyendas o los mejores jugadores de la historia, pero eso no es algo en lo que piense ahora mismo. No sé cuántas cosas o cuántos torneos voy a conseguir, así que lo importante es cuidar cada día los detalles y entrenar bien. Ya veremos qué ocurre en el futuro. Simplemente pienso en hacer las cosas bien”, prolonga el de El Palmar, quien a falta de dos meses para que finalice la competición está ya muy cerca de batir su récord personal de victorias —con 64, a solo una de las 65 de 2023— y de acercarse a los años más dorados de las grandes figuras en términos numéricos.
Imposible igualar el estratosférico 2006 de Federer, pero no así aproximarse a las cifras registradas por Nadal y Djokovic en sus temporadas más prolíficas. Para ello tendrá que sobreponerse a la amenaza continuada del italiano Jannik Sinner, quien advierte: “Estoy trabajando en cosas nuevas”. Destronado en Nueva York, el italiano, presente estos días en Pekín, tendrá que defender una gruesa cantidad de puntos de aquí al cierre del ejercicio: 2.830 frente a 1.000, incluyendo los de esta primera semana en Asia. Sin embargo, sabe de su categoría compitiendo bajo techo y tras la final perdida hace tres semanas, se reincorpora. Motivos más que de sobra para superarse, dice Alcaraz: “Debo estar preparado”.
“NORMALIDAD” CON LA ARTICULACIÓN
Nada más vencer, Alcaraz quiso acordarse de uno de los elementos imprescindibles de su carrera: “Tengo el mejor fisio del mundo”. Se refería a Juanjo Moreno, el hombre que supervisa de arriba abajo su físico desde hace seis años, cuando dejó su trabajo en el Yeclano y se enroló en la academia de Juan Carlos Ferrero, después de una experiencia previa en Francia.
“Ha sido clave tener un día y medio entre un partido y otro para recuperarme lo máximo posible. Y confío en él [Moreno] al cien por cien. Ha hecho un gran trabajo con el tobillo”, apuntó el de El Palmar, que se medirá con Nakashima (7-5 y 6-3 a Marton Fucsovics) en el último turno de la jornada de este domingo (hacia las 11.00, Movistar+). Lo hará tras cerrar otro episodio convincente; con curvas, pero también firmeza.
Pese a las idas y venidas con el saque, cinco roturas de un lado y tres del otro, Alcaraz volvió a lucir pegada y resolvió sin dudas, otra vez de manera autoritaria. Cada vez que golpeó el belga, bravo éste desde el principio, respondió con una contundencia mayor. “Diría que me he movido con normalidad. En algunos movimientos lo notaba, pensaba un poquito, pero en general creo que he jugado un gran partido”, selló.
Los otros cruces de cuartos de final en el torneo nipón quedan de esta forma: Fritz-Korda, Rune-Brooksby y Ruud-Vukic.
Por otra parte, Jannik Sinner se dejó un set en Pekín ante Térence Atmante, pero contragolpeó a su manera: 6-4, 5-7 y 6-0. Chocará con Fabian Marozsan. Y allí mismo, también en suelo chino, Jessica Bouzas superó a Diyana Yamstremska (7-5 y 6-4) y afronta un duro reto, el de Mirra Andreeva. También competirá este domingo Paula Badosa, contra Karolina Muchova.