Rashford quiere volver a los penaltis
El jugador de Inglaterra, que busca un lugar en cuartos contra Senegal, anhela resarcirse de su fallo en la final de la Eurocopa
El Mundial ha entrado en el territorio de las prórrogas, y en el campamento de Inglaterra en Al Wakrah, al sur de Doha, hay un futbolista que las aguarda con expectación, y con la rara esperanza de que alguna termine conduciendo a los penaltis. Marcus Rashford (Mánchester, 25 años) no contempla las tandas de desempate como una tortura, o como una lotería, sino como una oportunidad de redención: “Son grandes momentos con los que siempre h...
El Mundial ha entrado en el territorio de las prórrogas, y en el campamento de Inglaterra en Al Wakrah, al sur de Doha, hay un futbolista que las aguarda con expectación, y con la rara esperanza de que alguna termine conduciendo a los penaltis. Marcus Rashford (Mánchester, 25 años) no contempla las tandas de desempate como una tortura, o como una lotería, sino como una oportunidad de redención: “Son grandes momentos con los que siempre he estado cómodo”, ha dicho estos días. “Ojalá tengamos otro penalti en el torneo. Lo estoy esperando”.
Rashford, máximo goleador de Inglaterra en Qatar con tres tantos, tiene una cuenta pendiente con las tandas de desempate. En la final de la última Eurocopa fue uno de los tres ingleses que falló su lanzamiento en la final de Wembley. Los tres sufrieron oleadas de ataques racistas en las redes sociales. Al delantero del Manchester United aquella tormenta se le amontonó sobre otras dos en las que ya vivía inmerso.
Durante el confinamiento, había puesto en marcha una campaña para proporcionar alimentos a los miles de niños que dependían de las comidas gratuitas de la escuela pública, cerrada por la pandemia. Eso le convirtió en héroe para muchos, pero también le colocó en la diana del Gobierno de Boris Johnson, al que el jugador apuntó con sus críticas. Además de esa disputa pública, y de los miles de chicos a los que ayudó, Rashford lidiaba con una fractura por estrés en una vértebra. Y después, con otra lesión en un hombro que le hizo llegar a la Eurocopa en condiciones muy precarias.
El golpe del penalti en Wembley completó el maremoto, pero también marcó el comienzo de una costosa recuperación coronada en Qatar. En el primer partido contra Irán, Rashford entró el minuto 71 por Bukayo Saka, otro de los que falló su penalti. A los 43 segundos, ya había marcado el 4-0.
Harry Maguire, compañero en el United y en la selección, lo ha visto levantarse: “Lo principal es intentar recuperar la confianza en su juego”, dijo hace unos días. “El año pasado fue difícil para él, pero todos los buenos jugadores se levantan”.
La reconstrucción empezó en el barrio. Rashford nació en Mánchester y empezó a jugar al fútbol en los campos del Soccer Dome, a menos de seis kilómetros de Old Trafford. Semanas después del fiasco de Wembley y los insultos, regresó a los campos de su niñez con algunos de sus amigos de entonces, como Ravel Morrison, compañero en la cantera.
Allí comenzó la reparación sentimental, a la que también contribuyó el seleccionador, Gareth Southgate: “Fui a verle en verano, tuve una larga charla con él. Tenía muy claras varias ideas sobre las que sentía que necesitaba pensar”, dijo. “Ha estado feliz con su club este año, y eso se ha visto en los entrenamientos con nosotros. Tenemos una versión del jugador completamente diferente de la de la Eurocopa. Es estupendo”.
No solo ha ajustado la cabeza. Físicamente se ve mejor que nunca. En verano pasó seis días en el cuartel general de Nike en Oregón, donde realizó trabajo de fuerza con entrenadores y se sometió al escrutinio del departamento de innovación. Lo llenaron de sensores y destriparon su técnica de carrera para encontrar el modo de afinarla. Se pasaba las tardes esprintando en una rampa de 200 metros y trabajando en la finalización. En las primeras jornadas de la Premier antes del parón por el Mundial, Rashford llevaba ya cuatro goles y dos asistencias, igual que en toda la temporada anterior.
En Qatar, por fin fue titular en el tercer partido, contra Gales, y dejó una de sus mejores tardes con la selección, donde hasta ahora ha sido el jugador que más peligro ha generado. Con el marcador atascado en el 0-0, Inglaterra dispuso de un tiro libre y Rashford se hizo cargo. Un disparo potente y preciso que cogió a Ward a contrapié. Lo celebró de rodillas, con los brazos en alto apuntando al cielo. En aquel instante de liberación, Rashford se acordó de uno de sus apoyos: “Perdí a uno de mis amigos hace un par de días”, contó. “Libró una batalla bastante larga contra el cáncer. Estoy contento de haber marcado por él. Fue un gran apoyo y un gran amigo. Me gustó que apareciera en mi vida”.
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