Daniel Dhers, el carismático subcampeón olímpico que ha inyectado ilusión a Venezuela
El legendario ciclista de estilo libre en la prueba BMX le dio la tercera medalla de plata a Venezuela en Tokio, donde ha competido junto a algunos de sus alumnos
En la punta de la rampa, antes de comenzar, Daniel Dhers repasa con los brazos las piruetas con las que va a sorprender en Tokio, como si estuviera hablando solo. La cámara lo enfoca como ha ocurrido desde que comenzaron los Juegos Olímpicos, donde se ha destacado como uno de los atletas más carismáticos. Al terminar la ronda, nuevamente ante la cámara, ladea la cabeza, sonríe y señala la ...
En la punta de la rampa, antes de comenzar, Daniel Dhers repasa con los brazos las piruetas con las que va a sorprender en Tokio, como si estuviera hablando solo. La cámara lo enfoca como ha ocurrido desde que comenzaron los Juegos Olímpicos, donde se ha destacado como uno de los atletas más carismáticos. Al terminar la ronda, nuevamente ante la cámara, ladea la cabeza, sonríe y señala la bandera de Venezuela y el skyline de Caracas que lleva en el casco. Con esa alegría y más de una década de carrera profesional en este deporte no convencional, en el que se ha convertido en una leyenda, obtuvo los 92,03 puntos que le dieron la tercera medalla de plata a su país y la primera medalla olímpica latinoamericana para el debutante freestyle BMX.
Esa foto sonriente ha rodado por las redes —rápidamente convertida en meme venezolano— desde que llegó a la villa olímpica hace una semana. El ciclista ha contado a través de su Instagram todos los detalles de la estancia en Japón y su camino hasta allá. Hay videos en el aeropuerto, desde su habitación armando la bicicleta tricolor en pantuflas, durante la prueba del covid-19. En una de sus transmisiones bromea a carcajadas sobre la paradoja que vivió su compañero Edy Álvarez que, viniendo de la peligrosa Catia, nunca lo robaron ahí, pero en Tokio alguien se llevó su bicicleta mientras desayunaban en la Villa Olímpica. Hasta la cuenta oficial en español de los Juegos Olímpicos se ha contagiado con la buena onda del ciclista. Cuando acabó su presentación tuitearon: “Esto se dherscontroló”.
Dhers se ha esforzado por dar ilusión a los venezolanos, sumidos en la más grave crisis económica, política y social. “Sé lo que esto significa para Venezuela”, dijo en un un video que subió a sus redes sociales, con su infaltable sonrisa, a minutos de finalizar la prueba. “Mi país lleva 20 años en conflicto. Esto prácticamente dio un momento de silencio en Venezuela y de sanación. Todo el mundo quiere que todos los atletas de Venezuela, sin importar la inclinación política, traigan medallas al país”, destacó luego ante la prensa. Con cuatro medallas ganadas por atletas que han labrado sus carreras por su cuenta, esta participación ha sido histórica para el país sudamericano aún llevando la delegación más pequeña en los últimos 20 años.
En el Parque Urbano Ariake, el cinco veces campeón de los X Games y medallista de oro en los Panamericanos de 2019, también ha hecho historia. Además de en la competición, en la que el australiano Logan Martin quedó como campeón y el británico Declan Bruce, en tercer lugar, el caraqueño también ha pedaleado el camino que ha llevado este deporte callejero a unos Juegos Olímpicos. El ciclista de 36 años fue el mayor de todos los que compitieron en esta disciplina y entre sus rivales hay amigos a los que ha entrenado, como Kenneth Tencio, el costarricense que quedó en cuarto lugar y que mostró en Tokio algunas de las acrobacias que Dhers le enseñó a hacer.
Las medallistas de plata, la estadounidense Hanna Roberts, y bronce, la suiza Nikita Ducarroz, también han pasado por el Daniel Dhers Action Sports Complex, que abrió en 2013 en la ciudad estadounidense Raleight, Carolina del Norte. El deportista construyó este parque para seguir su entrenamiento, pero ahí también alquila los espacios y enseña a otros ciclistas. Para los ocho que llegaron con él a la ronda final, la hazaña de este domingo incluía competir con una leyenda a la que han seguido. “Soy el rider más viejo aquí por como 10 años y terminé en el podio olímpico. No pensé que iba [a lograr] venir a las Olimpiadas”, comentó emocionado.
Cuando se anunció la inclusión del BMX estilo libre en los deportes olímpicos, Dhers estaba por retirarse. Apostó por intentarlo y ahora ha dicho que le queda gasolina para llegar a París 2024. Dhers dio sus primeras rodadas en Caracas, donde nació el 24 de marzo de 1985. Sobre aceras rotas, barandas, bancos de plazas y escaleras de acceso al Metro se formó una generación de skaters y riders que no eran considerados deportistas, sino un peligro, unos transgresores del espacio público, en un país devoto del beisbol. No había parques ni rampas para ellos en la Caracas de entonces. Con 16 años, Dhers emigró Argentina, donde el deporte estaba más profesionalizado, luego se estableció en Estados Unidos. Hoy hay por lo menos cuatro parques para estas disciplinas en la capital. Hace apenas cuatro meses Dhers estuvo en Caracas en una de sus frecuentes visitas al país, en las que hace exhibiciones de sus piruetas y visita comunidades para incentivar a los niños al deporte. Dijo que pronto visitará Venezuela de nuevo. La medalla olímpica le asegura un relevo de seguidores a la leyenda del freestyle BMX.
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