Nuri Sahin, el entrenador que fue a Harvard
El exjugador del Madrid, que se define como “bastante inteligente”, se estrena en la élite con un nuevo Dortmund todavía en construcción
“Diría, sin ser arrogante, que soy bastante inteligente. Pero hay muchas, muchas personas que son extremadamente inteligentes”, soltó Nuri Sahin hace seis meses, cuando todavía era el segundo entrenador de Edin Terzic en el Dortmund que acabó perdiendo la final de la Champions contra el Madrid. Hoy, a los 36 años, es el primer técnico del equipo amarill...
“Diría, sin ser arrogante, que soy bastante inteligente. Pero hay muchas, muchas personas que son extremadamente inteligentes”, soltó Nuri Sahin hace seis meses, cuando todavía era el segundo entrenador de Edin Terzic en el Dortmund que acabó perdiendo la final de la Champions contra el Madrid. Hoy, a los 36 años, es el primer técnico del equipo amarillo y pisa el Bernabéu (21.00, Movistar) como líder de la nueva Liga de Campeones (ganó 0-3 al Brujas y 7-1 al Celtic), aunque con sensaciones contradictorias por su día a día en la Bundesliga. “Mañana [por este martes] queremos mostrar valentía”, anunció en la previa.
Hace algo más de una década, él llegó a ser una esperanza del Madrid. En 2011, el club buscaba cómo ampliar el catálogo del centro del campo y el elegido para complementar a Xabi Alonso fue Nuri Sahin, una solución que entonces pareció buena, bonita y barata. Apenas 10 millones por un organizador zurdo, de pie fino y trayectoria precoz en Alemania. Pero sus rodillas, que ya las traía castigadas de su última etapa en el Borussia, entraron en barrena nada más firmar y apenas pudo disputar 10 encuentros de poco peso. Una esperanza demasiado fugaz. La temporada siguiente, con él cedido en el Liverpool, aterrizó Modric.
Miguel Pardeza, en la dirección deportiva de la entidad en esa época, recuerda a Sahin como “un buen jugador”, aunque “algo frágil de mente”. “Su caso, como otros, demuestra que triunfar aquí no es cosa solo de calidad o talento. Importan tanto o más el carácter y la personalidad”, advierte.
Esa campaña, la 2011-12, frenó su crecida e inauguró una segunda parte de su carrera con largas caídas a la enfermería; sin embargo, en el vacío de los tiempos muertos en la camilla empezó a encontrar una motivación para el futuro. Comenzó a tomar apuntes sobre fútbol en 2013 y una lesión grave en 2014, de vuelta en el Dortmund, lo empujó definitivamente al banquillo. “Estuve fuera un año. Pasé mucho tiempo pensando en lo que debía hacer. Me enamoré del tablero táctico”, confesaba el pasado abril en una entrevista en Sky Sports, la misma en la que proclamaba su inteligencia.
El inicio en la novena división alemana
Desde los 26 años experimentó en un conjunto de la novena división germana, el RSV Meinerzhagen, y allí continuó incluso cuando pudo volver a jugar, jugueteando con la pizarra. Una especie de laboratorio personal que a partir de octubre de 2021, con 31 recién cumplidos, trasladó al fútbol profesional en el Antalyaspor, una escuadra turca de mitad de tabla. Había llegado en 2020 como jugador, pero al año se quedó solo como entrenador. Allí permaneció hasta que el pasado enero fue reclutado como asistente de Edin Terzic.
Su Dortmund ha perdido a varias piezas clave del que alcanzó el subcampeonato de Europa, como Niclas Füllkrug, Marco Reus, Mats Hummels, Jadon Sancho e Ian Maatsen, y además tiene lesionados a Adeyemi y Yan Couto. A cambio, ha encontrado los goles (siete) de Serhou Guirassy, un delantero de 1,87 que la pasada campaña se apuntó 30 tantos con el Stuttgart. “No estamos al 100%”, admitió este lunes Nuri Sahin en un castellano sin florituras pero aseado. “Es normal. Hay un entrenador nuevo y jugadores nuevos. Gente como Hummels y Reus ya no están. Hay que ir poco a poco, tenemos paciencia. Ojalá un día pueda decir que este es mi equipo”, afirmó el técnico que en estos primeros meses ha lamentado que su Dortmund todavía no ofrece cada tres días la fiabilidad de un conjunto grande. La defensa está siendo uno de sus flancos débiles.
“La mentalidad no será suficiente”
Alemán de nacimiento pero turco de pasaporte por sus orígenes familiares (en redes publica mensajes políticamente correctos de las fiestas nacionales turcas y de exaltación de Mustafa Kemal Atatürk, gran figura modernizadora de los países musulmanes), su temprana búsqueda de otros horizontes, empujado por las lesiones, lo llevó incluso a la Escuela de Negocios de Harvard, donde en 2018 fue admitido en un curso de gestión deportiva. Allí coincidió con el extenista Andy Roddick, la exesquiadora Lindsey Vonn, y ejecutivos de Sony o Coca-Cola. “Reunir a 80 personas inteligentes y hacer una lluvia de ideas sobre un tema cambió mi vida”, confesó.
Por sus primeros meses al frente del Dortmund se ha sabido que lee libros y ha asistido a seminarios sobre liderazgo y métodos de motivación. Pasa por ser un tipo directo en la comunicación con los jugadores, algo que demostró bien pronto. Tras perder 4-0 en un encuentro de pretemporada, no se anduvo con rodeos. “Sé que los chicos están cansados y han entrenado mucho, pero si no hacen lo básico, no jugarán. Así de simple”, les avisó en público.
Antes de irse a dormir, vuelve a revisar cada partido y, de momento, lo que ve se le queda corto. “La mentalidad no será suficiente para sobrevivir en el Bernabéu. También necesitaremos mucha calidad”, cerró Sahin, que, pese a la ingrata experiencia deportiva en Madrid, este lunes recordó que en esta ciudad nació su primer hijo.