Los “errores” de Nacho
El capitán pierde peso en el Madrid, señalado por Ancelotti tras algunos fallos, superado por Tchouameni y ahora a expensas de la recuperación de Militão
“Esta temporada, por lesiones de compañeros, se me ha puesto todo de cara”, comentaba Nacho en octubre. Militão había caído de gravedad y el Madrid se había quedado con tres centrales puros, lo que aumentaba sus posibilidades de acumular titularidades tras una campaña en la que sintió que durante el primer tramo no había habido justicia con él. El escenario todavía se volvió más propicio para el canterano después de la desgracia en diciembre de ...
“Esta temporada, por lesiones de compañeros, se me ha puesto todo de cara”, comentaba Nacho en octubre. Militão había caído de gravedad y el Madrid se había quedado con tres centrales puros, lo que aumentaba sus posibilidades de acumular titularidades tras una campaña en la que sintió que durante el primer tramo no había habido justicia con él. El escenario todavía se volvió más propicio para el canterano después de la desgracia en diciembre de David Alaba, que redujo la nómina de centrales natos a solo dos: Rüdiger y él.
Sin embargo, lo que ha venido para él ha sido justo lo contrario: pérdida importante de protagonismo, el recurso de Tchouameni en su posición, y un Carlo Ancelotti que en las últimas semanas no ha evitado mencionar, sin que le preguntaran incluso de manera directa, los “errores” del defensa, de 34 años y cuyo contrato expira este junio. De repente, su etiqueta de jugador fiable se ha agrietado en su estreno como primer capitán.
Este martes, contra el City, el pivote Tchouameni confirmó el sorpasso, y para sustituir en la vuelta al francés, sancionado por tarjetas, el entrenador italiano no esconde que contempla la opción de Militão, que apenas ha disputado tres minutos testimoniales después de recuperarse de la rotura de cruzado. “Está bien físicamente. En ese caso, no cuento los minutos que ha tenido. Yo puse a Khedira en una final de la Champions [2014], que no había jugado [salió en los dos partidos previos tras superar una lesión muy grave], porque lo veía bien”, puntualizó Carletto, que podría probar al brasileño de inicio este sábado en Mallorca (18.30, DAZN).
A ojos del cuerpo técnico, Nacho no se encuentra en estos momentos por delante de ningún competidor para ocupar el centro de la zaga, y solo la falta de rodaje de Militão y la ausencia de Tchouameni podrían abrirle un hueco en el duelo crítico de Mánchester. En las últimas semanas, Ancelotti no ha ocultado en público la cotización a la baja del defensa. Contra la protección habitual que casi siempre ha brindado a los jugadores, el de Reggiolo se ha referido en dos ocasiones a los fallos del central en varios goles encajados.
En la foto de varios goles
“Cuando tú juegas muchos partidos, puede ser que hagas errores también”, deslizó este viernes Carletto cuando le pidieron un análisis de la temporada del zaguero. Un tipo de crítica poco frecuente en el discurso del italiano. Y hace dos semanas, no hizo falta que nadie le preguntara directamente por Nacho para que el entrenador se refiriera a “algunos errores” del jugador. La misma descripción en dos momentos diferentes. En los últimos meses, en varios tantos recibidos por los blancos, como en Las Palmas (1-2) o los dos del Almería (3-2), el defensa aparecía en la foto. Las dos rojas sufridas este curso, otra rareza en su carrera, tampoco le han ayudado.
Las palabras y las decisiones del preparador italiano han colocado al canterano bajo el foco después de unas actuaciones mejorables. Las estadísticas más básicas abundan también en este bajón de rendimiento. Recupera un balón menos por partido que el año pasado (4,53-5,58), la cifra de intercepciones ha descendido a la mitad (0,75-1,58), y ha reducido sensiblemente el número de duelos por encuentro (5,35-8,54), con lo que el número de duelos ganados ha bajado casi a la mitad (2,75-4,64). En lo único que ha subido en parámetros defensivos es en despejes (2,72-2,12).
Curiosamente, este curso de bajón se inició con un discurso de Nacho en el que aseguraba que lo estaba afrontando sin angustias, a diferencia de la campaña anterior. “Es el segundo año terminando contrato. El pasado estuve preocupado, pero en este quiero disfrutar el día a día. Estoy en un momento de felicidad. No quiero pensar más allá”, repitió un par de veces entre octubre y enero. Desde entonces, sus actuaciones empezaron a estar bajo sospecha y su crédito para el cuerpo técnico fue bajando.
Tampoco ha contado para Luis de la Fuente, que sí lo incluyó en su primera convocatoria y lo alineó como titular en el estreno del nuevo seleccionador, hace un año. Volvió para la Final Four de la Liga de las Naciones, el pasado junio, pero nada más.
A los 34 años, son los meses más bajos que se recuerdan de Nacho y con su futuro pendiente de resolver.
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