La eterna revancha de João Félix
El delantero, antigua estrella del Benfica, acapara los focos en su regreso a Portugal
A João Félix le persigue la sombra de su precio. Y no es para menos. “Tiene el aura de los jugadores caros. Pero es tranquilo y se hizo querer rápido en el vestuario”, apunta un miembro del cuerpo técnico del Barcelona. En 2019 se convirtió en el mayor traspaso de la historia de Portugal, cuando el Atlético lo fichó por 127 millones. Desde entonces, el delantero transitó un subibaja emocional y deportivo, ahora en un nuevo estado de gracia futbolístico gracias a su llegada al Barça, cedido sin opción...
A João Félix le persigue la sombra de su precio. Y no es para menos. “Tiene el aura de los jugadores caros. Pero es tranquilo y se hizo querer rápido en el vestuario”, apunta un miembro del cuerpo técnico del Barcelona. En 2019 se convirtió en el mayor traspaso de la historia de Portugal, cuando el Atlético lo fichó por 127 millones. Desde entonces, el delantero transitó un subibaja emocional y deportivo, ahora en un nuevo estado de gracia futbolístico gracias a su llegada al Barça, cedido sin opción de compra —”tenemos un pacto con Gil Marín [consejero delegado de la entidad madrileña] para comprarlo por 80 millones”, aseguran desde las oficinas del Barça—. “Es verdad que las cosas no han salido como esperaba, pero en todas las temporadas me he preocupado por hacerlo lo mejor posible. No pienso que esta tiene que ser mi temporada”, avisa João Felix, de regreso en Portugal, otra vez con el Oporto rival.
“¿Quieres hablar en la previa?”, le preguntaron a João Félix. “Sin problema”, contestó el portugués; “ya lo hice cuando vinimos a jugar aquí con el Atlético”. Sin embargo, por mucho que el luso insista en presentar su visita como una más —”sea en Do Dragão o en el Bernabéu queremos ganar todos los partidos. Es un partido más para mí”, subrayó—, en la expedición del Barcelona saben que no lo será: “Le espera un ambiente caliente”. La hinchada de los dragones no olvida el gol que João Félix le gritó con furia en marzo de 2019 para encaminar el título para el Benfica, y mucho menos que se había curtido en la cantera del Oporto antes de saltar al fútbol base del cuadro de Lisboa.
Hijo de dos profesores de educación física, la vida de João Félix era cómoda. Había un problema: tenía que viajar todos los días 240 kilómetros (120 de ida y otros tantos de vuelta) desde Oporto a Viseu, donde vivía con su familia. Y aquí es donde comienzan las disputas. Hay quien dice que los dragones nunca le presentaron una oferta para que Félix se trasladara a vivir a Oporto. Están también los que argumentan que no confiaron en él porque no era fuerte físicamente. Sin embargo, en el norte de Portugal desmienten estas versiones. “Era una opción del padre y del jugador no permanecer en el club y aceptar otra propuesta. Todos en el Oporto estaban interesados en que continuase. No les echamos de aquí”, aseguró Mario Silva, uno de los primeros entrenadores de João Félix en la cantera del Oporto.
No se equivocó, en cualquier caso, João Félix en su salto al Benfica, al contrario. En la cantera de equipo de Lisboa recibieron con los brazos abiertos al delantero y le hicieron un lugar en su lujosa academia, uno de los grandes orgullos del conjunto de la capital de Portugal. De hecho, en el Benfica Campus, galardonada como la mejor academia del mundo en 2019, João Félix se presenta como su mejor embajador. Sin embargo, el salto de la gran perla del fútbol portugués a España no fue el esperado. Según Félix, el Atlético y, esencialmente Diego Simeone, limitaron su fútbol. “Como he dicho varias veces ya, porque las preguntas siempre son las mismas, la diferencia se puede ver en todo: en el club, en la manera de jugar. La verdad es que me adapto mejor a cómo juega el Barça. Necesitaba cambiar de aires. Estoy feliz”, sostuvo el portugués.
Xavi coincide con el análisis de su jugador: “Creo que está feliz, que le beneficia jugar en una posición en la que puede explotar lo mejor. Y es que además trabaja para el equipo. Y por eso le están saliendo las cosas”. João Félix ya tiene casa en Barcelona. Después de un tiempo en el hotel que el Barça dispone para sus recién llegados, el portugués se instaló cerca del mar, en las afueras de la capital catalana, en un hogar en que lo escoltaron, como casi siempre, su pandilla de amigos que le siguen desde su etapa en Lisboa. En el campo, encontró sus socios. “Me sorprendió De Jong y todo el mundo sabe la clase de goleador que es Lewandowski”, expuso. Ahora le toca a él. “He empezado bien, pero lo más difícil es seguir igual”, concluyó. Una nueva revancha para Félix, de nuevo ante el Oporto.
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