Thomas Hitzlsperger, primer futbolista alemán de élite en reconocer su homosexualidad: “Si no somos visibles, algunas personas pueden pensar que no existimos”

El exinternacional con la Mannschaft ejerce para EL PAÍS de puente cultural y futbolero entre España y Alemania en esta serie de entrevistas que aspira a hablar de fútbol y no solo

Thomas Hitzlsperger, en una foto de archivo.picture alliance (dpa/picture alliance via Getty I)

En 2014, sucedió lo inédito en el fútbol. Pocos meses después de haber finalizado su extensa carrera, después de haber pasado por el Bayern Múnich, Aston Villa, Lazio, Stuttgart, Everton, West Ham y Wolfsburgo, además de haber jugado 52 partidos en la Mannschaft, Thomas Hitzlsperger (Múnich, 42 años) se convirtió en el primer futbolista de élite en salir del armario. Hoy ejerce para EL PAÍS de puente cultural y futbolero entre España y Alemania en ...

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En 2014, sucedió lo inédito en el fútbol. Pocos meses después de haber finalizado su extensa carrera, después de haber pasado por el Bayern Múnich, Aston Villa, Lazio, Stuttgart, Everton, West Ham y Wolfsburgo, además de haber jugado 52 partidos en la Mannschaft, Thomas Hitzlsperger (Múnich, 42 años) se convirtió en el primer futbolista de élite en salir del armario. Hoy ejerce para EL PAÍS de puente cultural y futbolero entre España y Alemania en esta serie de entrevistas que aspira a hablar de fútbol y no solo.

Pregunta. ¿Qué entiende por un tabú?

Respuesta. Algo que existe, pero de lo que la gente no quiere hablar, ya sea por miedo, porque genera algún tipo de malestar.

P. ¿Vivió mucho tiempo en ese tabú?

R. Diría que fue un periodo corto, pero difícil. No era aceptado ser gay. Al menos, no lo era cuando yo crecí. Y creía que podía tener problemas. Por eso necesitaba tiempo para pensar.

P. ¿Qué necesitaba pensar?

R. Si guardaba silencio o vivía la vida que realmente quería vivir. Me tomó algunos años, hasta que entendí que no había nada que ocultar.

P. ¿El silencio era por lo que podía vivir en un vestuario masculino o por la sociedad?

R. El vestuario fue complicado. Por momentos, muy difícil.

P. ¿Por qué era difícil?

R. Algunos jugadores habían manifestado que no querían estar con un gay en el vestuario, ya sea por creencias religiosas, por falta de educación o conocimiento, o por no querer exponerte a una vida diferente. Cuando estás todos los días en un vestuario y te hacen saber que se sentirían incómodos con un compañero gay, entonces es difícil. Mucho más cuando eres el único. Puedes causar problemas.

P. ¿Era el único?

R. No sabía si había alguien más porque no tenía el coraje de hablarlo con nadie. Entonces, te sientes solo.

P. ¿La peor de las soledades? ¿No es la misma la soledad que la que puede sentir Messi?

R. Hay diferentes tipos de soledades. Sabía que no había nada malo conmigo, si no con la manera que la sociedad tiene de aceptar a las minorías. Tuve que elegir: quedarme callado o hablar. Y si hablaba sabía que no era un beneficio para mí si no también para los demás. Otros me habían ayudado a mí cuando salieron antes que yo. Era mi oportunidad para ayudar.

P. ¿Ha ayudado a alguien?

R. Al menos, hay intentarlo. Hay tanta gente que sigue el fútbol. Sé que algunas personas no cambian de opinión, pero solo espero poder mejorar la situación de los que tienen miedo de hablar.

P. ¿En los vestuarios de fútbol de hombres solo se habla de mujeres, coches y dinero?

R. No es equivocado… [se ríe]. Pero también se habla mucho de fútbol. Hay una diferencia grande en el fútbol y la política, por ejemplo.

P. ¿Cuál?

R. Hay una situación más íntima. En el fútbol pasa algo que no pasa en la política: no hay duchas. Los políticos no se cambian todos los días en un vestuario. No se puede subestimar ese aspecto. Para algunos, esa intimidad puede resultar irritante. Y cuando no tienes educación, pueden tener fantasías extrañas. Eso necesita ser cambiado. Es un largo camino.

P. ¿La única solución es la educación?

R. Si no somos visibles, algunas personas pueden pensar que no existimos. Mucha gente me ha dicho que está bien que sea gay, pero por qué lo tengo que hablar en público cuando es algo privado.

P. ¿Volvemos al silencio?

R. Si no hablo de ello y nadie más lo hace, entonces mucha gente podría pensar que la homosexualidad no existe. Y eso es la diferencia. Es muy importante que sea visible. Entonces es cuando la educación es importante, sí.

P. Hoy hay mucha información.

R. Pero el problema es cómo usamos esa información. Usted y yo podemos utilizarla para que exista más respecto. Pero otros, para difundir el odio.

P. ¿Entonces?

R. Lo más poderoso es trabajar en la autoestima. Si eres parte de una minoría y la gente te molesta, tienes que saber que el problema no lo tienes tú. Que nadie pueda intimidarte ni discriminarte. Trabajar en esa confianza es más efectivo que criticar a la sociedad.

P. Habla de intimidación y discriminación, ¿pero en el fútbol está normalizado el bullying?

R. A veces no es fácil ser jugador de fútbol. No le gustas a los aficionados del equipo rival, a veces hasta a los de tu propio equipo si no juegas bien. Necesitas tener la piel muy dura. Pero el bullying forma parte de nuestra sociedad. Es triste. ¿Pero sabe quiénes son los acosadores?

P. ¿Quiénes?

R. A menudo son personas débiles, inseguros. Eso es lo que necesitamos entender. Que tenemos una responsabilidad y esa responsabilidad consiste en no aceptarlo.

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