Laporte silencia las dudas ante Italia
El central se recupera de las molestias y lidera a la zaga de España frente a la Azzurra
Aunque hasta ahora es imposible que Luis de la Fuente dé pistas al rival sobre sus alineaciones, hay jugadores con los que el seleccionador de España no puede ocultar sus preferencias. Es el caso de Rodri, el faro del equipo; Morata, el capitán; y también Aymeric Laporte. El central regresó al eje de la zaga, despejó las dudas sobre su estado de forma y lideró a una defensa imposible de batir para Italia: cuatro disparos por los 19 de España, uno solo entre los tres postes (por siete). En el clásico contra la Azzurra, gana la Roja y cierra el muro Laporte.
Desde que saltó de la Rojita a...
Aunque hasta ahora es imposible que Luis de la Fuente dé pistas al rival sobre sus alineaciones, hay jugadores con los que el seleccionador de España no puede ocultar sus preferencias. Es el caso de Rodri, el faro del equipo; Morata, el capitán; y también Aymeric Laporte. El central regresó al eje de la zaga, despejó las dudas sobre su estado de forma y lideró a una defensa imposible de batir para Italia: cuatro disparos por los 19 de España, uno solo entre los tres postes (por siete). En el clásico contra la Azzurra, gana la Roja y cierra el muro Laporte.
Desde que saltó de la Rojita a la Roja, De la Fuente nunca repitió una alineación en sus 16 partidos al frente de la selección absoluta. No argumenta razones técnicas ni tampoco supersticiosas. “Es la manera de tener a los jugadores enchufados. Todos piensan que pueden jugar”, recuerdan desde el cuerpo técnico de España.
Y, cuando parecía que en el duelo número 17 De la Fuente rompería la racha y calcaría el mismo once que había debutado con goleada en la Eurocopa frente a Croacia, Nacho se cayó de la alineación inicial frente a Italia. “Molestias musculares”, explicaron desde la Federación. “Son pequeñas las molestias”, aseguró Pablo Amo, segundo entrenador de la Roja. “Creemos que el bienestar de los jugadores siempre, siempre, es lo primero. Por eso, Laporte empieza esta vez”, añadió el colaborador de De la Fuente. Se terminaban, entonces, las dudas sobre el estado físico de Laporte. El central, con permiso del entrenador, había llegado más tarde a la concentración de la Roja en Las Rozas.
Después de refugiarse en la tranquilidad de la Liga saudí, había ciertas dudas sobre el ritmo de Laporte frente a la exigente y física Eurocopa. Unas dudas que se acrecentaron cuando el central desapareció de los entrenamientos de España en Donaueschingen. “Estoy bien, top”, aseguraba Laporte a sus conocidos, al mismo tiempo que no trabajaba a la par de sus compañeros. “No se ha lesionado, tiene molestias; para mí es uno de los mejores en su puesto. A ver si salimos de ese debate”, defendía, con mucha insistencia, Luis De la Fuente a Laporte.
Este miércoles, una semana después de comenzar a sentir las molestias, Laporte entrenó junto al grupo. Un día más tarde, en el estadio del Schalke, el central apareció en el once. Y no desentonó, al contrario. Volvió a formar pareja junto a Le Normand, la dupla central, que se estrenó frente a Italia en la semifinal de la última Nations League, la más utilizada por De la Fuente desde que el riojano ha tomado el control de la absoluta.
“Apasionados”
“Una de las cosas clave que hemos practicado en los entrenamientos esta semana es que el corazón debe estar en sintonía y consonancia con el cerebro. En otras palabras: hay que ser apasionados, pero también inteligentes”, explica Pablo Amo, en la previa. Ningún ejemplo mejor que Laporte.
Se olvidó del runrún a su alrededor y silenció las dudas, concentrado en el campo, impasable para el delantero Scamacca —batallaron en un dura lucha física—, serio en la antesala del partido cuando esperaba en el túnel de vestuarios del Veltins-Arena que emula a una galería minera, homenaje a la industria que dominó la cuenca del Ruhr, desaparecida en Gelsenkirchen desde el año 2000.
No desaparece en la Roja la confianza de De la Fuente en el que fuerea central del Manchester City, ahora en Arabia. El técnico lo protegió en la sala de prensa y, en cuanto pudo, también lo defendió en el campo. “Si hubiera sido por él, hubiese jugado ante Croacia”, aseguraba el preparador de España. Ocurrió, sin embargo, que no quiso arriesgar en el estreno con su central fetiche. Pero ante Italia ya era el momento de recuperarlo para la causa. Eso sí, se benefició de las molestias de Nacho. Y no falló Laporte.
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