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La NBA acelera sus planes para crear una liga europea junto a la FIBA

“Estamos listos para pasar a la siguiente etapa”, anuncia el comisionado de la NBA, Adam Silver, de la mano del secretario general de la federación, Andreas Zagklis

La NBA tiene un plan para conquistar Europa. La competición profesional estadounidense de baloncesto quiere crear una liga en el viejo continente en colaboración con la FIBA, la federación internacional. La junta de gobernadores de la NBA se reunió esta semana en Nueva York para revisar ese plan en el que los directivos de la liga llevan meses trabajando. “Estamos listos para pasar a la siguiente etapa. Se trata de explorar una posible liga con la FIBA como nuestros socios”, dijo Adam Silver, comisionado de la NBA, sobre el proyecto. “Los propietarios de nuestros clubes han apoyado con entusiasmo la idea de seguir explorando esta oportunidad”, añadió. “Es el momento adecuado para dar el siguiente paso”, ha ratificado Andreas Zagklis, secretario general de la FIBA, que compareció junto a Silver en rueda de prensa.

El lanzamiento de una competición con el respaldo de la NBA supondría un desafío en toda regla a la actual Euroliga, creada por los clubes de espaldas a la FIBA hace 25 años. Zagklis recordó que todos los clubes europeos son miembros de la FIBA y trató de tender la mano a un posible acuerdo con la Euroliga, aunque evitó mencionarla por su nombre. Habló repetidamente de “esa competición”, lo que da idea de las heridas aún abiertas. “Nuestro papel como federación internacional es unir en la medida de lo posible el ecosistema del baloncesto. Lo hemos intentado en el pasado. Lo estamos intentando ahora y seguiremos intentándolo, celebrando reuniones, llevando a cabo reuniones bilaterales con nuestros grupos de interés, incluidos nuestros mejores clubes”, dijo Zagklis.

Los planes son preliminares, pero el proyecto contempla inicialmente una liga de 16 equipos, con la participación de 12 de forma permanente y cuatro que irían entrando y saliendo en función de los resultados en otras competiciones. Se quiere respetar la tradición europea de ligas abiertas. En la NBA, una liga cerrada, todas las temporadas juegan los mismos 30 equipos y no hay ascensos ni descensos: todos tienen su plaza garantizada. Ahora se busca un sistema intermedio.

“Queremos que algunos clubes tengan una sensación de permanencia. Porque, desde un punto de vista estadounidense, diríamos que eso incentiva la construcción de estadios, la construcción de marcas, la construcción de clubes. Eso es muy importante. Por otro lado, me encanta esa sensación de esperanza que vemos en Europa”, dijo Silver, apuntando a ese modelo mixto.

Real Madrid y Barcelona

Tanto Silver como Zagklis dieron a entender que la competición incluiría tanto algunos de los equipos ya existentes como franquicias de nueva creación. “Queremos probar mejor el nivel de interés de los clubes existentes”, explicó Silver. “En algunos casos, lo que viene con esos clubes existentes son grandes marcas globales. En algunos casos, esas marcas se construyeron a través del fútbol global, no del baloncesto. Pero reconocemos que hay un enorme interés en la gente que apoya a esos clubes. Así que eso también se vuelve muy relevante”, añadió. Esa reflexión parece abrir las puertas de par en par a equipos como el Real Madrid o el Barcelona, que encajan perfectamente en ese retrato robot.

“También queremos poner a prueba el mercado. Y supongo que hay, en prácticamente todas las grandes ciudades europeas, ecosistemas de baloncesto”, comentó el comisionado, indicando la posibilidad de que algunos de los clubes estén en grandes capitales europeas donde el baloncesto ahora no es muy potente. La publicación especializada en finanzas deportivas Sportico señaló esta semana que las franquicias en lugares como Londres o París podrían venderse por al menos 500 millones de dólares, según la propuesta.

Los directivos de la NBA prefieren vender esas franquicias a personas ajenas a la liga como fondos soberanos, firmas de capital riesgo, multimillonarios o clubes de baloncesto europeos existentes. “Nuestra idea ahora es que los propietarios de la NBA participen como colectivo, como propietarios de la liga, pero no como propietarios de clubes individuales”, dijo Silver. Según Sportico, la idea es que la NBA mantenga el 50% del capital y los propietarios de las franquicias el otro 50%. Esa es una configuración idéntica a la estructura de capital inicial de la WNBA, la liga profesional femenina.

Silver y Zagklis insistieron en que el proyecto está todavía en una fase exploratoria, pero apuntaron a que en la nueva competición se respetarían las reglas del baloncesto europeo, incluido que los partidos sean de 40 minutos (en lugar de los 48 de la NBA) y las demás diferencias de reglamento. En materia salarial y de ingresos, el terreno está por explorar, pero la idea es que haya competitividad entre todos los miembros.

En enero, aprovechando un viaje a París, donde se celebraron dos partidos de la liga estadounidense, Silver dijo que creía que la NBA seguía “en el buen camino” en el proceso de expansión de su presencia en Europa. Fue también entonces cuando dijo que los miembros de la Junta de Gobernadores de la NBA recibirían más información en la reunión de marzo.

“Estamos estudiando muy de cerca si existe la oportunidad de profesionalizar el juego a otro nivel, para crear una oportunidad comercial más grande”, dijo Silver en París. “Y no solo porque la oportunidad comercial sugiera que se pueden aumentar los ingresos, sino porque creemos que con los mercados, si se pueden crear incentivos adecuados, se puede conseguir una inversión adicional significativa. Y, en última instancia, esa es la forma de hacer crecer el juego a todos los niveles”.

El francés Victor Wembanyama jugó en enero dos partidos oficiales con los San Antonio Spurs en París contra los Indiana Pacers. El mexicano estadounidense Jaime Jáquez estuvo el 2 de noviembre en Ciudad de México defendiendo a los Miami Heat contra los Washington Wizards. Con la participación récord de jugadores extranjeros (125 al comenzar la temporada y, de ellos, la mitad europeos), las salidas al exterior y la adecuación de los horarios de algunos partidos, la NBA ya había redoblado su apuesta esta temporada por ser una competición verdaderamente global. Sin embargo, crear una nueva competición en Europa es un salto cualitativo, muy diferente a esos guiños a la audiencia internacional.

“Sabemos que el 99% de los aficionados a la NBA nunca pisarán un estadio de la NBA, por lo que estamos muy centrados en facilitar al máximo que nuestros seguidores sigan y vean la NBA en los dispositivos y plataformas que utilizan y en los idiomas a los que están acostumbrados, y esta temporada, más de 40 partidos de fin de semana se emitirán en horario de máxima audiencia en Europa, Oriente Medio y África”, decía a comienzos de temporada Mark Tatum, comisionado adjunto de la NBA, que ha liderado el proyecto de la liga europea.

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