Los testigos describen el ambiente “hostil” contra Hermoso en Ibiza: “Luque estaba posicionado del lado de Rubiales”

Una amiga de la jugadora denuncia ante el juez que el director de la selección le dijo: “Si nos ayudáis, ya sabes que Luis sabe devolver muy bien los favores, y no os va a faltar trabajo, ni a ti ni a Jenni”

Ana Belén Ecube, amiga de la futbolista Jenni Hermoso, a su llegada este jueves a la Audiencia Nacional.Foto: Juan Yagüe (EFE) | Vídeo: EPV

Las vacaciones en Ibiza de las jugadoras de la selección española de fútbol, adonde viajaron para festejar su victoria en el Mundial de 2023, han concentrado este jueves la atención de buena parte de la cuarta sesión del juicio que acoge la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Una amiga de la delantera Jennifer Hermoso, Ana Belén Ecube, y...

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Las vacaciones en Ibiza de las jugadoras de la selección española de fútbol, adonde viajaron para festejar su victoria en el Mundial de 2023, han concentrado este jueves la atención de buena parte de la cuarta sesión del juicio que acoge la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Una amiga de la delantera Jennifer Hermoso, Ana Belén Ecube, y dos de sus compañeras de vestuario, Alexia Putellas y Laia Codina, han descrito las constantes “presiones” que recibió la deportista en la isla para que saliera en publico a justificar el beso que el mandatario le había dado en la entrega de medallas. “Veíamos que no iban a parar hasta que consiguieran que hablara”, ha sentenciado Ecube.

El relato de la amiga de Hermoso, que la acompañó desde su llegada a Madrid desde Australia y durante su posterior viaje a Ibiza, dibuja una “situación muy hostil”. Durante su interrogatorio, Ecube ha añadido que Albert Luque, entonces director de la selección masculina y también acusado en el juicio, viajó hasta la isla para tratar de convencer a la futbolista. Y que, pese a su negativa, él lo intentó de forma reiterada e, incluso, acudió al hotel donde se alojaban, por lo que la propia Ecube bajó a hablar con él y decirle que dejaran “descansar” a la delantera. “Al principio, era un tono agradable. Luque me dijo: ‘¿No va a bajar Jenni?’ Le dije que no. Me dijo: ‘Vengo en calidad de amigo’. Le dije: ‘Si fueras su amigo, sabrías que necesita descansar y es tiempo de respetar su espacio”.

Según la versión de Ecube, la tensión de esa conversación fue elevándose: “Yo le dije: ‘Estamos así por vuestra culpa. Estáis todos muy nerviosos porque sabéis que, si Rubiales cae, os vais todos a la calle”. La amiga de Hermoso ha apuntado que, en ese momento, subió la apuesta: “Nos dijo: ‘Si nos ayudáis, ya sabes que Luis sabe devolver muy bien los favores, y no os va a faltar trabajo ni a ti ni a Jenni’. Le dije que no. Me pareció venderle mi alma al diablo”. “Luque estaba claramente posicionado del lado de Luis y no de Jenni, que era la víctima”.

Rafael Hermoso, hermano de la futbolista, narró un episodio similar durante su declaración como testigo, pero protagonizado por Jorge Vilda, entonces seleccionador femenino e igualmente acusado por participar en las coacciones. “[El exentrenador] dejó caer que mi hermana tenía una edad y que, si colaboraba, las puertas de la federación iban a estar abiertas; pero que, si no, no sabía lo que iba a pasar [...] La última frase que me soltó es que tuviéramos en cuenta tanto las consecuencias personales como profesionales que podía [sufrir] mi hermana”.

La fiscal Marta Durántez le ha preguntado a Ecube por los mensajes que le envió Luque cuando el entonces director de la selección masculina vio en Ibiza que Hermoso no quería reunirse con él para hablar del beso de Rubiales. “Me parece tan injusto, tan injusto, lo que le está haciendo a Luis, me parece de tanta bajeza humana la actitud de Jenni… tan poca empatía y humanidad… un simple gesto, quitarle a una persona el marrón más grande de su vida… Sabiendo ella que hay mala fe cero, subiéndose al carro para matarlo, tan injusto…”, le escribió el exjugador del Deportivo y el Mallorca —entre otros equipos— a la amiga. “¿No recibir al director deportivo de la RFEF española y amigo dos minutos? Solo le deseo en la vida que le devuelva lo que le está haciendo pagar a una persona injustamente, pero no se merece nada por la poca humanidad que tiene… cada uno le da con el tiempo lo que se merece [sic]”, añadió.

Ecube ha dicho que no le enseñó los whatsapps a Hermoso en ese momento porque eran “muy duros”. Lo hizo después de la asamblea de la RFEF del 25 de agosto, en la que Rubiales gritó cinco veces que no iba a dimitir y cargó contra el “falso feminismo” mientras recibía los aplausos, entre otros, de Vilda y del seleccionador de la absoluta masculina, Luis de la Fuente. “Nadie en la federación la iba a proteger”, ha añadido la testigo, que para ganar tiempo le dijo a Luque que ella misma se reuniría con él en Madrid para hablar del tema. Él le contesta: “¿Hablar contigo? Cuando quieras, no tengo problema ni hoy ni mañana ni siendo campeón del mundo, porque soy una persona como tú y te escucharé siempre, pero dile a Jenni de mi parte que esto son dos días y se encontrará después solita, solita, y yo, que no soy de alegrarme del mal de nadie, esta vez estaré contento por primera vez en mi vida porque es la primera vez que he visto una injusticia enorme de una persona sin corazón, ¿y encima se tatúa? ¿Pero quién te crees que eres tú, chica? Tiempo… [a] cada uno lo pondrá en su sitio”.

Ecube ha subrayado este jueves ante el magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto, responsable del Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional, que encontró a su amiga “agotada anímicamente y físicamente”. “Estaba mal”, ha repetido la testigo, que ha explicado que vio llorar a la delantera y que varias le dijo: “No puedo más”. “Hubo un momento en que ella se echó a llorar porque la situación la superaba [...] Yo la veía que estaba cabizbaja, casi no hablaba. Y ella es una persona muy alegre”.

La amiga de Hermoso ha señalado igualmente a otro de los acusados, Rubén Rivera, entonces responsable de marketing de la RFEF y quien acompañó a las jugadoras a Ibiza para ayudarlas en su día a día. Según la declaración de Ecube, Rivera se dirigió varias veces de forma “insistente” a la víctima para que hablara con Luque y con la cúpula de la federación para participar en el expediente interno que se abrió tras estallar el escándalo y con el que se trató de exculpar a Rubiales: “[Rivera] en ningún momento tenía la intención de beneficiar a mi amiga, sino de perjudicarla”.

La futbolista Laia Codina, a su salida este jueves de la Audiencia Nacional.Foto: FERNANDO VILLAR (EFE) | Vídeo: EPV

Las jugadoras Alexia Putellas y Laia Codina han reforzado la versión de Ecube. “Allí no era Jenni”, ha destacado Putellas. “La seguían presionando para que hiciese el vídeo diciendo que el beso fue consentido”, ha añadido la centrocampista, que también ha afirmado que su compañera lloró en varias ocasiones y le llegó a decir que no sabía qué hacía en la isla, pese a que estaban celebrando la primera victoria de la selección femenina en una Copa del Mundo.

En la misma línea, Codina ha asegurado que fue en Ibiza fue cuando peor vio a Hermoso. “No estaba disfrutando de que acabábamos de ganar un Mundial, que en teoría tiene que ser un momento alegre”, ha recordado. La central del Arsenal ha descrito cómo ella vio que Rivera trataba de que su compañera hablara con altos cargos de la RFEF: “Estábamos en unas hamacas, tranquilas, y Rubén Rivera viene cinco o seis veces mínimo, para que Jenni fuese a hablar con Luque, que está abajo en el hotel. Sigue insistiendo hasta que Jenni llega un punto en que se agobia y se pone a llorar otra vez”.

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